Algo importante a tener en cuenta para esta película, que es un poco obvio pero no está de más aclarar: Es ideal para fanáticos de Mary Poppins y/o de Disney y todo su mundo mágico. Si te encontrás en el extremo diametralmente opuesto de esto que acabo de mencionar definitivamente no es para vos. Esto es porque, como ya sabrán, estamos ante una película que en cierta medida trata sobre Walt Disney y el mundo de Disney realizada por la propia Disney. Así que si hay un lugar donde todo el brillo y la magia del mundo maravilloso va a estar es acá y probablemente termines con urticaria. Ahora, si sos fan acérrimo de Mary Poppins y te sabés todas las canciones de memoria la vas a pasar muy pero muy bien.
En un principio podría parecer que la peli va a ahondar en lo que fue la producción de Mary Poppins, que tiene bastante tela para cortar, sobre todo con la tonelada de efectos especiales bastante revolucionarios para la época, y que aún hoy se la bancan. Pero no, la película parte de la premisa de contarnos la historia sobre como se logró cerrar la producción junto con P.L. Travers (con Emma Thompson afilada como siempre), la autora de los libros en que se basó el guión, que le dio al tío Walt y sus muchachos varios dolores de cabeza al momento de ceder los derechos. Con esto presente, vamos presenciando distintas historias a lo largo del film que van girando en torno a este nudo principal, todo siempre planteado con paralelismos hacia la peli de Mary Poppins, que para mi es donde está su mayor acierto.
“Bueno familia, se terminó lo que se daba. A perseguir gallinas ahora”
Por un lado está la relación de Travers con su padre (Collin Farrell), su vida pasando de estar en una buena posición económica a vivir en una casa en las afueras y como sus padres van manejando esta nueva situación. Acá tenemos el primer paralelo con Mary Poppins, en el cual el padre es una suerte de Sr. Banks a la inversa (o un Mary Poppins de la vida real), donde nos muestra como ser alguien jovial, divertido y tener siempre a flor de piel la imaginación puede traernos algunos problemas en el mundo real, y como eso se va marchitando a medida que avanza la historia y comienzan a surgir complicaciones, como temas monetarios o de salud.
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“Vengan a mi niños. Vengan con el tío Walt, que les va a mostrar la magia de Disney…”
Por el otro lado tenemos lo que ocurre en la actualidad (de la película) donde Walt Disney (con Tom Hanks bastante poco caracterizado) junto con el guionista y los dos compositores de Mary Poppins intentan acatar todos los cambios que Travers quería que se realizaran en el guión, pasando por pesadísimas reuniones en que se grababan todos los comentarios que Travers iba pidiendo. Esto parece un tanto exagerado por momentos, pero al final de la peli (durante los créditos) podemos escuchar el audio de una parte de las grabaciones originales, y nos podemos imaginar que muy probablemente la hayan tenido que remar mucho para llegar a buen puerto.
Walt, en medio de la desesperación, se ofrece a saborearle la cotorra a Travers para que firme el contrato.
En esta ocasión el paralelismo con Mary Poppins lo tenemos un poco más marcado, donde Travers es muy claramente el Sr. Banks (tirando cada tanto frases del personaje incluso) y Walt sería una especie de Mary Poppins, encargado de cambiarle la visión a una mujer muy apesadumbrada por su pasado y su propia creación. Por lo que la película va virando entre estas dos historia, entre pasado y presente, siempre haciendo foco en los dos “Sres. Banks” y como uno va perdiendo la jovialidad y otro va redescubriendo cierta alegría por vivir. Este punto al menos me pareció lo más interesante de la película, sobre todo porque ofrece una relectura sobre la Mary Poppins original, planteando que el nudo central no es Mary ayudando a los niños o uniendo a la familia, sino que (como lo dice el título original de esta película) su principal objetivo es salvar al Sr. Banks, que para cualquiera que la vimos de chicos siempre fue un personaje muy secundario y hasta irritante.
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Lo banco A MORIR a Paul Giamatti en cualquier papel que haga.
Todo esto ligado con innumerables referencias a la película Mary Poppins, tanto en las escenas del backstage como en la película misma, con frases de los personajes, melodías que suenan de fondo, reforzando así esto que comentaba antes del paralelismo entre la peli original y esta. Me sorprende como lograron contenerse de meter alguna escena medio mágica con animación o algo por el estilo. Esto me llamó la atención en general durante toda la película, donde tenemos también presente la magia de Disney, como no podía ser menos, pero en un nivel bastante más acotado de lo que me habría esperado.
Durante varias escenas vemos como Walt intenta bombardearla con toda la disneyficación posible (le llena la habitación de su hotel de merchandising, la lleva a recorrer Disneylandia) y a Travers no se le mueve un pelo. Es más, constantemente realiza comentarios sarcásticos sobre la exageración que hacen con el tema y la falta de sutileza, por ejemplo sobre el mecanismo de Walt de repartir tarjetas “pre firmadas” a todo aquel que se le acerca a pedirle un autógrafo, la manía de colocar la imagen del ratón a absolutamente todo. o llamarse por los nombres de pila. Incluso en un diálogo entre los dos se blanquea que Travers ve a Disney como una mega corporación que va a ingerir su creación y digerirla solo para generar dividendos (algo que se ha dicho mucho sobre Disney como empresa), pero por supuesto el tío Walt se las devuelve todas con mucha cintura, y el resultado es una imagen ampliamente positiva. Es decir, la magia es mas fuerte.
Bastante esclavizador Walt para tener a los muchachos toda la noche laburando
Si bien era obvio que iba a ser bastante edulcorada, suma varias puntos cómo decidieron estructurar la historia, por lo que termina dentro de todo con un saldo positivo principalmente si, como dije al principio, no te genera rechazo la película de Mary Poppins. Si sos fan, definitivamente vas a querer volver a ver a full la peli original cuando termine esta.