Duro de negociar
El filme tiene buenas actuaciones de Emma Thompson y Tom Hanks.
Todo sabemos cómo termina El sueño de Walt. La película no trata sobre el rodaje de Mary Poppins, sino sobre las negociaciones que Walt Disney debió realizar previamente y en persona con P.L.Travers, la autora del personaje -la niñera que sabia volar de la muy british familia Banks- que Disney había prometido a sus hijas iba a llevar al cine.
Travers era un hueso duro de roer, que no quería que el espíritu de “su” Mary Poppins terminara entre dibujitos animados, y si tras veinte años transó, no fue por placer sino por necesidades económicas y porque Disney la persuadió. Así que, por un lado, aquéllos que disfrutaron del filme con Julie Andrews y Dick van Dyke estarán felices de que aquello haya sido así, pero no deja de desanimar el hecho de que Travers haya perdido parte de su batalla.
Es que la escritora australiana, afincada en Londres, tenía con Mary Poppins algo muy personal, que no conviene adelantar. Uno crece, madura, se golpea y aprende. La esencia no se pierde, pero parece que sí se adapta. Travers en la visión de John Lee Hancock (la sobrevalorada Un sueño posible, por la que Sandra Bullock ganó el Oscar) tiene todos y cada uno de los tics que reconocemos de los ingleses, y con los que tropieza y en cierta manera choca Disney -Walt, sí, pero también todos los integrantes de la compañía con los que Travers se cruza, incluyendo los hermanos Sherman, los músicos de la película-.
Travers tenía una lengua afilada, un carácter fuerte, terrible, y un corazón difícil de abrir. Emma Thompson está estupenda en todo momento. Sea cuando muestra su alergia a California, su pésima reacción al guión, sus desplantes constantes a Disney -le dice que aborrece “sus tontos dibujitos”- y hasta su desaprobación de las canciones supercalifragilisticamente luego exitosas.
Sin ella, y sin Tom Hanks, quien a priori no parecía la mejor elección para ser Disney, pero luego de verlo cuesta creer que algún otro pudiera interpretarlo (no parecerse) mejor, El sueño de Walt no sería ni tan entretenida ni emotiva. Después de todo, ésta es una película sobre Disney hecha por los estudios Disney. O sea.
Por cierto, las referencias al clásico filme de 1964 son muchas, y quien no haya visto al menos hace muchos años la película puede quedarse pensando de qué le están hablando en más de un momento. Y si piensa ir a ver el filme, por favor, no mire el trailer: cuenta toda la película, y hasta todos los secretos...