El comienzo de El suplente nos ubica en la presentación de un libro de poesía, con su posterior cóctel y la ofuscación de un profesor que perdió un cargo en una cátedra universitaria (hay un cameo del escritor Martín Kohan). Pero la nueva película de Diego Lerman no trata sobre el mundillo literario y sus miserias sino que continua la línea del drama social de sus anteriores trabajos, donde el director abordaba temáticas como la violencia de género (Refugiado) o el tráfico de bebés (Una especie de familia). Tras pasar por el Festival de San Sebastián, el estreno local de El suplente coincide con los conflictos educativos que vienen dándose en los últimos días, aunque aquí, como se verá, no serán los alumnos quienes tomen un colegio sino que ellos mismos resultarán rehenes.