Si hay una productora de cine que se especializó en el terror por los últimos años, es Blumhouse. Pero por desgracia, esta misma empresa se dedicó a sacar basura tras basura, solo ayudando a que se sienta al género como algo menor. Hoy llega a nuestros cines El teléfono negro, su nueva producción. Veamos si mejoraron en algo.
La historia sigue a Finney y su hermanita Gwen, dos niños que viven en un suburbio norteamericano a finales de los 70. En el lugar comienza a suceder una ola de desapariciones de chicos, y por desgracia, Finney es uno de ellos. Ahora quedará en la propia pericia del niño y en Gwen intentar encontrar el lugar de cautiverio y ponerle fin a los crímenes.
Basada en un cuento corto de Joe Hill (también conocido como el hijo de Stephen King), El teléfono negro nos va a recordar en más de un momento a It, escrita por su padre; pero así y todo se las ingenia para no ser mala (en especial viendo la productora), pero que a pesar de todo tiene varias cosas criticables. Así que comencemos con los puntos positivos y negativos de este proyecto.
Lo primero a destacar son las actuaciones de los niños. Tanto Mason Thames como Madeleine McGraw se comen la película. Ambos logran transmitir la sensación de estar viviendo en una casa fragmentada y que solo se tienen el uno al otro; para luego mostrarnos la desesperación que sienten cuando uno de ellos es secuestrado. Aparte que el film pase a finales de los 70, nos retrotrae de inmediato a otros proyectos con niños que sucedían en décadas pasadas, como Stand by me o la miniserie de It.
Pero para presentarnos este contexto, la película se toma sus buenos cuarenta minutos, haciendo que el inicio no sea precisamente aburrido, pero si en extremo largo. Y si tenemos en cuenta que la película dura una hora y cuarenta, estamos hablando de algo que es exageradamente estirado sin necesidad. De hecho, nos queda la sensación que se podrían haber quitado unos quince minutos sin problemas.
En conclusión, El teléfono negro es una decente cinta de terror. Habrán notado que ni lo nombramos a Ethan Hawke y es porque algún genio tuvo la gran idea de que apenas se le vea la cara en toda la película. Pero quitando eso, y viendo departe de que productora nos llega, no podemos decir que estamos ante una mala obra. Con el pésimo panorama que está atravesando el género, sin muchos méritos El teléfono negro se posiciona como lo mejorcito de un pobre 2022.