Es difícil analizar un documental hecho para transmitir las experiencias ocurridas durante la producción del film de Hugo Santiago, “El cielo del centauro”, porque ambas películas se estrenaron el mismo día, y este teorema que se intuye como un complemento de la otra para una mayor comprensión, no es así.
Los realizadores Estanislao Buisel e Ignacio Masllorens nos brindan una clase práctica de cómo se genera una obra cinematográfica, desde las primeras charlas entre el director y Mariano Llinás, guionista y también cineasta, donde Hugo Santiago le cuenta la imagen que tiene en su cabeza, la de un extranjero que llega en barco a Buenos Aires, por poco tiempo, y que tiene que hacer una sola cosa, nada más. Y a partir de esa idea desarrollar un film.
La etapa siguiente son los emails que se envían y responden ellos, narrados con la voz en off,, sobre la elaboración del guión cinematográfico para luego mantener una estructura narrativa precisa y cerrada.
También la lucha eterna de los productores, quienes siempre tienen que hacer malabares e ingeniárselas para conseguir el dinero necesario para una filmación.
Luego mostrarnos lo más esperado, que son los días de rodaje, con sus contratiempos y repeticiones de tomas, que el director que viene de la vieja escuela, y tiene todo en la cabeza, no quiere ni piensa apartarse de esa línea para lograr su propósito.
Todos estos momentos contados de manera correlativa, le entregan al cinéfilo aficionado una gran cantidad de información, que tal vez no la tiene en cuenta cuando va al cine a ver una película. A los entendidos en la materia, para refrescarles ciertos conceptos, y a los que recién se inician, o quieren empezar a vincularse en el mundo del mejor oficio del mundo, como dice Hugo Santiago, es una gran lección.
Por todo lo expresado, este documental está hecho para gente vinculada de manera muy estrecha al universo cinematográfico, y no para el público masivo.