En El Testamento (The Testament, 2017), estrenada en la 74 Mostra de Venecia, el israelí Amichai Greenberg debuta en el largometraje con un thriller de investigación actual pero centrado en un hecho real ocurrido durante el holocausto, donde el protagonista lucha a favor de la verdad, aún a riesgo del daño colateral.
La noche del 24 de marzo de 1945, cerca de 200 trabajadores judíos fueron masacrados en los campos de Lendsdorf, un pueblo de Austria. Sin testigos de ese hecho ni la aparición de la fosa donde fueron enterrados los cuerpos, el gobierno local, en una postura negacionista, busca en la actualidad construir edificios sobre el lugar y así olvidarse del tema para siempre. Pero Yoel Halberstam un historiador, miembro del Instituto del Holocausto de Jerusalén, y judío ortodoxo, inicia una cruzada en busca de las pruebas que nadie está dispuesto a divulgar. Mientras azarosamente se cruza con un testimonio clasificado de su madre donde se revela su verdadera identidad. Yoel, un personaje osco y que genera empatía con el espectador, busca la verdad al mismo tiempo que se ve atrapado en su propio dilema personal.
Greenberg trabaja sobre dos líneas narrativas que confluyen en una misma historia y generan un debate moral, tanto en el propio protagonista de la historia como en el receptor: La búsqueda de la verdad y la lucha contra el negacionismo. Pero, ¿qué ocurre cuando aparece una verdad no buscada? Es en esta contradicción permanente que se encuentra el protagonista de la película, y que gracias a la buena dosis de misterio que rodea la historia logra correrse del dramatismo moralista, lugar común en el que generalmente cae un tema con tales características, para ahondar en el thriller y el suspenso.
Basada en un hecho real pero mezclado con ficción, El Testamento pone sobre la mesa un tema centrado en el holocausto judío pero que bien podría trasladarse a nuestra historia reciente, o a la de cualquier país del mundo que haya sufrido guerras o dictaduras, y eso le da una universalidad que rara vez tienen aquellas películas que trabajan sobre un hecho histórico especifico.