John Le Carré el autor de la novela en la que se basa el filme, habla de lo que conoció en el mundo real del espionaje durante la denominada “guerra fría”. Tomas Alfredson se ciñó al intrincado relato de Le Carré y propone una historia que requiere espectadores bien atentos ya que la trama es tan enrevesada que, por momentos, resulta difícil de seguir. Smiley, un agente despedido del servicio de inteligencia es convocado para que vuelva a trabajar y descubra a un agente doble (el topo) que está filtrando información al enemigo. La propuesta desata una serie de investigaciones minuciosas y revela que el trabajo de espía se encuentra en las antípodas del arquetipo popularizado por las películas de aventuras. Una buena propuesta para quienes aprecian un cine que requiere de espectadores atentos con una gran actuación de Gary Oldman.