Luis Cardei, una vida de películas
Gabriel Arregui dirigió esta fallida biografía del gran cantante de tangos.
La vida de Luis Cardei no da para una película: da para varias. Y eso es uno de los problemas de El torcan, el filme de Gabriel Arregui que trata de narrar la complicada vida de este cantante de tangos que murió en el 2000, con apenas 55 años.
Cardei era hemofílico, sufrió polio de chico y quedó con problemas de huesos que le impedían caminar y moverse bien. Su padre (un tanguero llamado también Luis Cardei) murió cuando Luisito era niño y luego, para mitigar sus dolores físicos y emocionales, un joven Cardei se hizo adicto a la heroína.
Todo esto debe haber sido muy dramático, pero a juzgar por la película, el amor de su abnegada madre y su buena predisposición para enfrentarse a todos sus problemas hicieron que, pese a todo, su infancia y juventud fueran soportables.
Uno de los problemas del filme de Arregui, además de querer resumir toda la vida de Cardei, es que poco y nada resulta creíble: las actuaciones, las situaciones, los diálogos y la puesta en escena parecen extraídos de una floja película de los años '40. De hecho, uno hasta imagina que en cualquier momento aparece Luis Sandrini...
En la segunda mitad (narrada por el hijo de Cardei, la primera la narra Osqui Guzmán), la película no mejora demasiado -se suman allí nuevos problemas familiares y de salud-, pero al menos se escuchan las canciones en sus interpretaciones originales. Y eso le da al oído -aunque no a la vista- un merecido descanso