Hay un tempo que propone El tramo en su asociación de planos mayormente fijos alternados con otros en travelling, tomados desde un tren y prefigurando siempre esa presencia-ausencia, la del tren tantas veces retratado en el cine argentino.
También hay un espacio que elige El tramo, muy claro, ubicado en las veras de las vías de ciertos pueblos perdidos a pocos kilómetros de un centro que no se anuncia del todo, salvo por los números de un kilometraje posible que aparecen en la pantalla y que ofrece un universo entre arcádico y primitivo. Ese paraíso campestre se nos aparece también desde toda una dimensión sonora, a la que se debe prestar especial atención porque le da sustancia a ese espacio. Grillos, pájaros, aleteos de mariposas, motosierras a lo lejos, hachas o picos o ruidos de metal oxidado.
Marcos Paz, a 48 km al oeste de la ciudad de Buenos Aires es la ciudad natal de Hendel y el desguace final de su estación de tren y sus vías, tras las politicas de los 90 sirve de inspiración para acercarse a un grupo de personas que bajo el nombre de Asociación Amigos Del Ferrocarril General Belgrano van limpiando y recuperando tramos de vías de estación en estación. En la película, dice el director, se recorre desde una estación recuperada (Tres Sargentos) a otra que todavía está abandonada (Los Ángeles). Iniciativas de la gente, esas recuperaciones tienen en el resultado final del documental una estética de lo privado, como si la tarea solitaria de la comunidad le ganara a las políticas de Estado que fueron las que en definitiva dejaron a esos pueblos sin tren.
“En todas partes donde algo viva hay abierto un registro en el que el tiempo se inscribe” dice Henri Bergson desde los textos en letras blancas sobre pantalla negra que el guión de Hendel elige para estructurar esta relación tiempo-espacio de su ópera prima documental en rigurosa modalidad de observación, un estilo ya de la productora de Walter Tiepelman (Caja cerrada o Centro) es la elegida para retacear la información suficiente y para que la denuncia, si la hay, venga de lo poétic0, desde cierta resistencia de lo poétic0 como dominio exclusivo del documental de creación.
Desde el jueves 6 se puede ver en el Gaumont
Desde el jueves 13, en Espacio INCAA La Plata