No está Jason Statham. No solo eso: hay una superabundancia de chicas sexy que diluyen el raro pero existente romanticismo del querido pelado en los tres films anteriores. Antes una demostración de lo que puede hoy la tecnología para conseguir imágenes -o un buen prospecto para que al realizador le encarguen propagansde autos, perfumes y centros turísticos- que una historia que nos entusiasme. Encima el transportador tiene un papá. Por favor, devulevannos a Jason Statham, un actor como la gente.