Continuamos con nuestro seguimiento a las nominadas a los Oscar, y hoy toca hablar de uno de los estrenos de la semana, El triángulo de la tristeza. Veamos porque esta película tan poco mencionada, logró meterse en la discusión por el premio mayor del cine.
La película sigue a un grupo de personas que se embarca en un crucero de lujo para pasar unas vacaciones de placer. Pero un inconveniente con la comida, más las decisiones de un capitán ebrio y comunista, van a poner a todos en peligro, teniéndose que valer por sí mismos por primera vez en sus vidas; si es que quieren volver a la civilización.
A grandes rasgos esa seria la trama, que por desgracia se diluye en unas innecesarias dos horas y medias. Y si tenemos en cuenta que al menos el primer tercio de la cinta se centra en una pareja de modelos que no brilla demasiado por la inteligencia de ambos, hacen que como espectadores empecemos a bostezar y mirar la hora constantemente. Y si bien el ritmo se elevaba bastante cuando ya nos adentramos en el crucero, pero por desgracia, el daño ya estaba hecho.
Lo que sí, vale aclarar, es que la película maneja un humor muy negro. En varios momentos veremos situaciones extremadamente surrealistas y con unos recursos humorísticos dignos de los hermanos Cohen, así, que, si disfrutan de ese estilo de hacer comedia, la van a pasar bien con El triángulo de la tristeza; pero si son un poco sensibles, no sabemos cuánto van a poder disfrutar de la misma. Y aconsejamos encarecidamente que no se pongan a comer en cierta parte de la historia, están avisados…
En cuanto a la trama, si bien se explora un poco el choque de clases entre los turistas ricachones y los empleados del barco, sentimos que no se explotó al máximo dicha posibilidad. Y peor aún, viendo lo bien que se maneja la comedia, se deja ver que había talento e imaginación para hacer una crítica ácida al comportamiento de la supuesta gente más educada; pero esto no se hizo.
El triángulo de la tristeza se presenta como una buena comedia, pero que peca de ser excesivamente larga. Con una interminable primera secuencia que se podría haber reducido a diez minutos, la historia va a poner a prueba su paciencia; pero si logran sortear ese bajón inicial, se van a encontrar con una grata sorpresa.