El triángulo rosa era la insignia con la cual de identificaba a los homosexuales en los campos de concentración pertenecientes al nazismo. Por supuesto, en un régimen con tanto odio visceral de raza, era lógico que los homosexuales fuesen “otra presa a combatir”.
De ese combate, entre otros, se encargó el Mayor de la SS y médico Carl Peter Vaernet, monstruo que bajo la excusa de pretender curar ese mal que según él y sus estudios tenía que ver con las hormonas, realizó varios experimentos con los detenidos logrando una considerabla cantidad de muertos en sus manos; claro, está, muchos más muertos que los que producía la “enfermedad” que él quería exterminar.
Vaernet gozó de cierta popularidad durante los comienzos del régimen nazi, y hasta varios laboratorios se vieron interesados en sus curas (que incluían, por ejemplo, lobotomía para los homosexuales), es así como luego de pasar por varios países europeos en plan de fuga llega a Argentina en calidad de refugiado, lugar en el que permaneció hasta su muerte en la década del ’60.
Los directores Nacho Steimberg y Esteban Jasper toman como puntapié a este personaje nefasto de la historia del Siglo XX como puntapié para hablar en generalización de la marginación que los homosexuales han sufrido a lo largo del tiempo e inclusive en nuestros días bajo un aparente manto de mayor inclusión de la diversidad sexual.
Steimberg se calza el documental al hombro, es él quien oficia como investigador y es su voz la que se escucha y la que le da visión y opinión al fin, no esperen ni por asomo, imparcialidad… y es que en estos casos es imposible lograrla.
La investigación es minuciosa e íntegra, recorre no solo los pasos del doctor en nuestro país sino por toda Europa, y logra testimonios realmente interesantes, hasta de un heredero de Vaernet que dará su punto de vista al asunto.
"El triángulo rosa…" se sigue con interés y también cierta angustia de hacer un balance y ver cuántas cosas realmente hoy han cambiado. Hay sentimiento y pasión en él, hay compromiso y seriedad.
La diversidad sexual se convirtió en un tópico frecuente en el cine, sobre todo en el catalogado indie, pero documentales como estos caen como un balde de agua helada, necesario para despabilarnos de una buena vez, para hablar de la verdadera marginación.
Para entender hasta dónde nos puede llevar el odio hacia el otro, y ya no hablamos sólo de una diferencia sexual, es el dejar de ver al otro como un igual. "El triángulo rosa y la cura nazi para la homosexualidad" es uno de los mejores documentales estrenados en el año; temática, causa, y técnica lo avalan.