El túnel de los huesos

Crítica de Isabel Croce - La Prensa

Basada en un hecho real

Hubo varias películas que de una manera u otra centraron su acción en una fuga, desde abrumadores pero notables filmes polacos, hasta livianas películas norteamericanas de final feliz .

En el caso de "El túnel de los huesos", se toma el hecho real ocurrido en la cárcel de Devoto en 1991, cuando siete presos lograron disimular un túnel que fueron cavando durante meses y por el que lograron salir, encontrando un osario, que como un interrogante se cruzó en el camino y condicionó su libertad posterior.

SECCION POLICIALES

La historia real fue tomada por un interesante periodista de policiales, Ricardo Ragendorfer, más que un periodista un personaje de policiales, digno de interpretar un largometraje bien lumpen y retorcido (sus incursiones en el Canal Encuentro, con reportajes a la fauna desconocida de nuestro espectro merecen verse). El director Cacho Garasino conoció la historia, luego que Ragendorfer fuera premiado con el Príncipe de Asturias por la investigación y decidió filmarlo.

"El túnel de los huesos" fue rodado en la cárcel de Caseros. Más allá de la validez de la historia, el problema era, cómo lograr cierto interés, más allá del hecho de la realización de un proyecto de fuga y el final exitoso. Y, lamentablemente, el interés no puede mantenerse a lo largo de toda la historia, por, fundamentalmente, la ausencia de subtramas que permitan aliviananar la densidad de una historia claustrofóbica, en la que todo sucede en interiores carcelarios.

LOS PRESIDIARIOS

La película comienza por el final y la voz que cuenta vuelve a oírse en algunos momentos del relato. También como personaje aparece la figura del periodista que escribe la historia narrada por algunos de los protagonistas.
Esta opera prima de Nacho Garassino, exhibe cierto ritmo que va agotándose, subiendo en el final con la presencia de uno de los verdaderos protagonistas de la historia. Hay, sin embargo una buena progresión dramática en la relación entre los presidiarios, y el clima general del grupo.

Raul Taibo, aunque no tiene el "physique du rol" que uno puede imaginar para Vulcano, el hacedor de todo el plan, trata de asumir el personaje y lo logra parcialmente, el resto del equipo actoral está bien elegido y actúan en una línea de homogeneidad. Ragendorfer, autor de la historia, hace un cameo como uno de los prófugos.