En Estados Unidos a los críticos les deben haber suspendido las medialunas, ya que no se explica de otro modo el ensañamiento que tuvieron con este estreno en las reseñas.
El Turista está muy lejos de ser una obra maestra del cine, pero tampoco es esa película malísima que anunciaron los medios en ese país.
No es para tanto.
Se trata de una remake del film francés del 2005, Anthony Zimmer, que tampoco fue un peliculón memorable, pero era una propuesta entretenida con Sophie Marceau e Yvan Attal (Munich).
Aquella producción se destacó por el trabajo de los protagonistas y en la versión hollywoodense ocurre lo mismo.
Si disfrutás de Johnny Depp en el cine la vas a pasar bien con esta película porque él está muy bien y la trama ofrece un thriller con buenas dosis de humor.
No es un film que requiera de un riguroso análisis intelectual.
La película presenta una historia de policías y ladrones habilidosos, donde se destacan en roles secundarios Paul Bettany y Timothy Dalton, principalmente, más una pequeña participación de Rufus Sewell (Corazón de caballero).
El director del apellido largo, que es conveniente limitarse a llamarlo por su nombre, Florian, hizo un gran trabajo retratando bellísimos paisajes europeos, especialmente en Venecia, que no deja de ser un personaje más en el film.
El guión de Christopher McQuarrie (Los sospechosos de siempre) juega claramente con una historia de misterio que recuerda al clásico de Alfred Hitchcock, El hombre equivocado por el tema de las identidades cambiadas, y la verdad que brinda un entretenimiento decente.
Depp es el que tiene a cargo con su personaje el humor en la trama y las mejores escenas de la película son todas las que aparece él, porque hizo a su personaje divertido con pequeños detalles, como el cigarrillo artificial.
Sam Worthington, quien iba a protagonizar esta película y terminó reemplazado por Johnny, creo que hubiera estado más complicado con este personaje. Al menos me parece que hubiera sido menos gracioso.
El Turista se deja ver y está bien para entretenerse un rato.
El que busque ir a verla como un drama profundo para reflexionar sobre la vida se equivocó de estreno.
A los críticos yankees definitivamente les pasó eso.