Postales del garrón
Las pelis que mezclan espionaje, intriga, cierto suspenso, y con una pareja protagónica de cierta química ideal, algna vez se constituyeron en un género ideal para el disfrute, el mejor caso sigue siendo quizás "Intriga internacional" de Alfred Hitchcock o "Charada", con el muy sosfisticado dueto que conformaban: Cary Grant y Audrey Hepburn, dirigidos por Stanley Donen. Pero en esta, donde se cruzan los muy taquilleros y admirados por sus atractivos: Angelina Jolié y Johnny Depp, no logran alcanzar un entretenimiento
como la gente.
Un guión tan híbrido como previsible que da más para el bostezo y el fiasco total, aunque la trama no arranca mal, es decir sus primeros 20 minutos son lo único mejor de la cinta. Ya que no pasa mucho, y hay cierta falta de credibilidad de la historia propuesta, por el director alemán del nombre raro y extenso.
Una Venecia bien fotografiada de correcto cine-postal paisajístico tampoco cierra, y hasta unas escenas con Depp corriendo en piyamas sobre los tejados de un gran hotel, remedando una situación de comedia al viejo estilo de las pelis del inspector Closeau, que dan verguenza ajena. Menos que menos la belleza fotogénica y la elegancia indiscutida de la Jolié, portadora del mejor par de labios del cine de los últimos años. Todo aún es poco y escaso.