El suspenso con glamour
El director Florian Henckel von Donnersmarck, el mismo que sorprendió con “La vida de los otros”, volvió al ruedo con un filme que prometía más de lo que ofrece en pantalla. El proyecto era ambicioso: reuniría a dos de las estrellas más caras de Hollywood, una producción millonaria y eficaz, una trama de suspenso atravesada por la comedia y el romance, sobre el tapiz de dos escenarios de lujo como París y Venecia. Y una historia sobre un estafador seguido de cerca por su amante, el mafioso al que traicionó y Scotland Yard. Fuera de esos atractivos puntos de partida, el director no le impone el ritmo que requiere una película con eje en la acción y la intriga. El resultado luce como una versión pulcrísima de un cruce entre “Rock’nRolla” de Guy Ritchie y “Arsénico y encaje antiguo” de Capra.