Años dedicados a la política y ahora, de regreso a la industria que le forjó una carrera, Arnold Schwarzenegger está decidido a recuperar el terreno (y los años) perdidos. Tras una breve participación en la segunda parte de “Los indestructibles”, en la propuesta de esta semana vuelve a ser el protagonista (no excluyente, pero protagonista al fin) de una cinta cargada de acción, tiros, adrenalina, persecuciones y todos los ingredientes necesarios para convencer a una platea dispuesta a vibrar desde su butaca.
El ex Terminator (que podría volver en una quinta entrega muy pronto) encarna al sheriff Owens, el encargado de mantener el orden y la calma en Sommerton Junction, un pequeño poblado fronterizo lindante con México. La pasividad y su devenir alejado de las grandes ciudades se verán afectados cuando desde la central del FBI en Las Vegas le anuncien que un jefe narco acaba de escapar y que intentará cruzar la frontera a través de Sommerton. El sheriff es ahora el último obstáculo para evitar que este criminal internacional se salga con la suya.
Será un viaje de locura que incluirá autos modificados para alcanzar velocidades de Fórmula 1, armas a mansalva, humor delirante proporcionado por Johnny Knoxville, secuestros, persecuciones y explosiones de vehículos, puentes construidos en medio de la noche por cazafortunas despiadados, un pueblo casi desolado que será terreno fértil para una batalla campal y un elenco variado y de diversas latitudes que incluye a Forrest Whitaker, Génesis Rodríguez, Eduardo Noriega, Luis Guzmán y Rodrigo Santoro. Todos y cada uno de los ingredientes colocados con precisión para hacer lucir el plato fuerte de la historia: el regreso de Schwarzenegger a las grandes ligas.