(Parte del siguiente artículo es extractado de la reseña escrita para la apertura de BAFICI 2012, que este film abrió)
Muchos de ustedes ya conocen a Armando Bo, hijo del legendario actor. Un director que viene del mundo de la publicidad y que tiene una extensa y exitosa carrera en el medio. "El último Elvis" es su primer largometraje, realización apoyada por nombres fuertes de la industria local que apostaron a favor de una gran idea y ahora esperan un merecido recibimiento del público este jueves de estreno.
Es cierto, el film de Bo transmite fielmente el espíritu del cine independiente y de autor y esa fue la razón por la que los programadores del BAFICI la eligieron para que sea la marca del fest hace días.. Recordemos además que la cinta ya viene haciendo un recorrido interesante, compitió en "Sundance" hace poco y viene generando mucha atención por parte de la prensa especializada. Elvis, como un ícono de la cultura rock, atrae la atención de todos los públicos.
En este caso en particular, "El último Elvis " combina, en cierta manera, una manera de narrar simple y austera, pero con gran calidad técnica y sobrias actuaciones. El film de Bo habla de la libertad, el precio de las elecciones, la paternidad y el arte, de una manera que impacta y desestructura al espectador. Quizás no haya mucho diálogo en el transcurso de la historia, pero seguro que es el justo y necesario para complementar un poderoso lenguaje visual que pinta claramente un derrotero lleno de matices, que alternan belleza y oscuridad en partes iguales.
La historia nos presenta a un imitador del "rey", Carlos Gutiérrez (John Mc Inerny), quien se gana la vida haciendo shows pequeños caracterizado como Elvis. Está separado de su esposa, Alejandra (Griselda Siciliani) y tiene una hija, Lisa Marie (!!!) a la que conoce poco y nada. Su alienación es poderosa y a pesar de que entendemos las razones que alimentan su pasión, lo cierto es que su adaptación a la realidad cotidiana no es la mejor, sin dudas.
Un evento fortuito lo pondrá de cara a abordar su paternidad (real, no la ficticia que se juega en su mente) a la vez que intenta elaborar un nuevo camino para su historia, situación que modificará las vidas de los involucrados, para siempre.
"El último Elvis" está atravesada por la música (que tiene un rol fundamental en la construcción de escenas, cada canción habla por el protagonista) y de más está decir que Mc Inerny es un intérprete sólido y convincente a la hora de imitar al genio de Memphis. Canta de maravillas y su vocalización conmueve al espectador. Griselda Siciliani y Margarita López (ex mujer e hija en la ficción) están correctas, cálidas y vulnerables y rodean con solvencia al intérprete principal... Bo utiliza un interesante lenguaje visual y nunca le faltan recursos a la hora de resolver el peso de cada escena.
Es cierto que el actor que lleva el peso de la historia se luce más como cantante, pero eso no le quita brillo a la película. El relato es profundo y ciertamente gráfico (más de lo que superficialmente se ve) y fluye naturalmente, aunque es cierto que los primeros minutos son un poco áridos para el espectador corriente. También en el debe, su extensión total podría ser ajustada para beneficiar el relato. Pero más allá de estas observaciones, "El último Elvis" es una muy buena propuesta y no deberían perdérsela en estos días (estreno, jueves 26/4)...
Material fotográfico cedido por: The Last Elvis movie image. Copyright(c) Anonymous Content, Rebolucion and K&S Films.