El último exorcismo no fue una mala película.
El director Daniel Stamm hasta los últimos dos minutos fatídicos hizo un gran trabajo tratando de evitar la mayor cantidad de clichés posibles con historias de este tipo.
En realidad era más un film de suspenso que de terror que se apoyaba en las emociones de sus personajes y tenía un par de momentos tensos muy bien logrados.
No era una joya del género pero se dejaba ver, zafaba.
Esta continuación innecesaria que llega a los cines esta semana destruye por completo todo lo bueno que tenía el primer film.
Es muy loco porque parece que lo hubieran hecho a propósito.
La segunda parte reunió todos los clichés posibles que el realizador anterior se había preocupado por evitar.
Ed Gass-Donnelly es el nuevo director, quien demostró con esta labor que el género de terror no es lo suyo.
La verdad que es una propuesta complicada de remar porque no hay nada positivo.
La película es aburrida, no tienen suspenso o situaciones de tensión y tampoco hay escenas terroríficas.
La trama no le aporta nada al argumento anterior y se nota una gran vagancia desde la realización al usar todos los trucos baratos que vistes un millón de veces en relatos de posesiones demoníacas.
Si alguien me dijera que El último exorcismo 2 la hicieron para lavar dinero por lo menos entendería la existencia de esta película.
Este film fue un fracaso en Estados Unidos porque tuvo pésimos comentarios y es una producción malísima.
Salvo por el hecho que los efectos digitales son más dignos que los de Ataque a la Casa Blanca, no hay nada por destacar.
En la primera entrega se trabajaron conceptos interesantes como el fundamentalismo religioso, los trastornos psicológicos y la clásica pelea entre ciencia y religión que rodea a los exorcismos.
Nada de eso está presente en este relato que se centra en la reinserción a la sociedad de la protagonista del film anterior, quien nuevamente es atacada por fuerzas oscuras.
Aparentemente el demonio de la primera parte quedó re caliente y se toma la revancha.
Esa es la interesante propuesta que ofrecieron los productores para esta continuación.
Otro bodrio que quedará en el olvido.