El reverendo Cotton Marcus (Patrick Fabian) llega al rancho del granjero Louis Sweetzer (Louis Herthum) con la intención de ejercer su trabajo, un exorcismo rutinario a otro fanático religioso con problemas mentales.
Sin embargo Sweetzer ha contactado al predicador como último recurso, seguro de que su hija adolescente Nell (Ashley Bell) ha sido suplantada por un demonio que debe ser expulsado antes de que la posesión acabe en una tragedia con tintes terroríficos..
Cotton y su equipo, acostumbrados a aprovecharse económicamente de los creyentes, se han prometido que ese será su último exorcismo, y deciden grabarlo en vídeo. Pero al llegar a la casa rural se dan cuenta de que nunca han estado preparados para enfrentar al “mal” que los estaba esperando
Ahora ya es demasiado tarde para dar la vuelta, y deberán encontrar un modo de salvar a Nell y salvarse a sí mismos.
Lo mejor del filme es el trabajo actoral de esa niña, con un compromiso corporal inmenso, también habría que subrayar un punto que esta ligado al genero. Que termina siendo, en este caso, un arma de doble filo, durante todo el relato, la estética y el verosímil están puestos en jaque, en evidencia y en conflicto.
Por momentos parece ser un documental, dando tintes de seriedad y certeza, ya desde el plano de apertura se ve una cámara de video en el espejo y utilizando el registro de la misma en términos diegéticos.
En otros momentos se produce un cambio en cuanto a la construcción del relato, y los recursos estéticos-narrativos están al servicio del género tal cual esta formulado, y trabajado a partir los elementos que le son inherentes, esto es, que las imágenes intentan generar pánico adrenalítico en el espectador.
Por último, y en relación estricta a la historia, los responsables de la obra también plantean esta dicotomía contradictoria, por un lado se muestra como “verdad” posible y por otros transita a ritmo con intenciones de parodiar el género, con el mismo recurso desde su construcción, hasta llegar al nivel de “The Blair Witch ptoject”(1999).
El resultado es bastante irregular. Hay momentos de buen sostén del relato, en otros parece entrar en una meseta narrativa, cosa que la hace tediosa y por otros acelera el ritmo de las acciones y las imágenes que le da un valor agregado.