Dos estrellas internacionales de distintas generaciones (el veterano Harvey Keitel y el más joven Hayden Christensen, conocido por interpretar a Anakin Skywalker en la saga Star Wars) protagonizan esta película dirigida por un argentino (Rodrigo H. Vila, realizador de documentales sobre Mercedes Sosa y Astor Piazzolla).
El film acumula demasiados clichés del cine industrial en el marco de una historia que se desarrolla en un ambiente distópico que también replica el de decenas de producciones de Hollywood de mucho mayor presupuesto. Visualmente, Vila consigue algunos buenos momentos, pero no colabora demasiado un guion superficial, inconexo y, en más de un pasaje, notoriamente solemne que termina dejando al film en clara desventaja respecto de sus modelos más evidentes.