Tomas Lipgot director, guionista y productor de esta singular película, siempre brinda creaciones sorprendentes y con una mirada particular, a personajes como el que protagonizó la zaga de Moacir o a los fanáticos que mostro en “Viva el palíndromo”. Aquí pone su mirada en una niña que desde los cuatro años insistió en su destino de estrellas como astronauta, pero luego de un taller lúdico y experimental supo que lo que realmente la fascinaba era llegar a ser astrónoma. Y su recorrido con poesía y canciones, acompañada por su familia y expertos es el camino del descubrimiento de una vocación a una muy temprana edad, un verdadera maravilla para su futuro. No solo es incentivada en su elección, sino que también comienza a enseñar, a experimentar, a interesarse por la influencia de las estrellas en la cosmovisión de los pueblos originarios de nuestro país y las civilizaciones de la historia. También visita observatorios astronómicos maravillosos o realiza experimentos con la cámara estenopeica. Conocimiento y entretenimiento una conjugación perfecta y encantadora, como su protagonista y sus deseos hechos realidad.