El valor de una mujer: Empoderamiento activado.
“El acoso no tiene que ver con la deliciosa guerra de sexos; es toda una cuestión de poder de uno sobre otro; sabes que, si te niegas, puede costarte caro”
Marco Tullio Giordana
Lo nuevo de Marco Tullio Giordana cuenta con dureza la lucha y rebelión de una mujer acosada en su lugar de trabajo. Concebida hace más de 3 años, la historia se encuentra más vigente que nunca.
En días de #NiUnaMenos, #MeToo y #TimesUp, desde Italia llega esta película sobre la emergente concientización del feminismo y la incansable lucha de las mujeres frente a los abusos en sus diferentes formas. No es menor que la protagonista, Cristiana Capotondi, forme parte del colectivo de actrices italianas del documento “Dissenso comune”, en el que denuncian el acoso sistemático que sufren sólo por el hecho de ser mujeres. La película marca la rebelión de una joven empleada contra su déspota y psicópata jefe, en una sádica lucha de poder.
Nina Martini (Cristiana Capotondi) es una madre soltera que deja Milán y se muda a un pueblito de Lombardía para comenzar a trabajar como asistente en Baratta, un famoso asilo para ancianos, controlado por 2 hombres, el jefe de personal Roberto Ferrari (Bebo Storti), un clérigo de la Iglesia Católica, y el director Marco Maria Torri (Valerio Binasco), un médico pedante. Ambos, desde la primer entrevista, tienen comentarios desubicados para Nina, lo cual se torna terrible la noche en que Torri la llama al terminar su turno y se abalanza sobre ella. A partir de ahí la lucha de Nina por intentar tolerar estos abusos y no mostrarse vulnerable a pesar de la típica situación desfavorable de poder entre jefe y empleado. Ella busca aliados, genera confianza, crea un plan para llevar a la justicia a estos 2 monstruos, en un proceso lento y doloroso.
La película da cuenta de ciertas atrocidades que todos naturalizamos desde siempre, como la falta de solidaridad entre mujeres, el silencio ante el miedo, el oportunismo de la posición imperante de poder, la valentía de una sola contra todos. Aunque en la segunda mitad ingresa el suspenso policial, a partir de abogados, testimonios, procedimientos judiciales, etc. y es aquí donde pierde un poco de fuerza la narración.
El valor de una mujer es una obra que vale más por su bajada de línea ideológica, sobre todo en el momento en que vivimos, y no por su nivel artístico. Se ocupa de denunciar álgidamente las injusticias laborales que sufren las mujeres, incluyendo el abuso sexual de parte de los poderosos. Sin llegar a ser una película que milita el feminismo, llega a los cines en una época en la que este tema se encuentra en agenda mundial.