Estrenada recientemente en las salas argentinas, El valor de una mujer es la nueva película del director de cine y guionista italiano Marco Tullio Giordana, recordado por dirigir previamente filmes como Los cien pasos, Las vidas privadas o la miniserie de televisión La mejor juventud. También vale destacar la participación en el rol principal de la actriz Cristiana Capotondi.
El valor de una mujer trata sobre la historia de Nina Martini, una joven mujer que deja Milán para irse a trabajar a un pueblo cercano de mucama en una prestigiosa clínica para ancianos llamada Baratta. Nina a la vez tiene una hija de quien es la única responsable, tras el distanciamiento de su padre; actualmente cuenta con una pareja quien le ofrece la posibilidad de no trabajar y encargarse de la pequeña, propuesta a la que Nina desiste. Una vez en la clínica, será acosada por el director del establecimiento. Tras el hecho en cuestión, decide acudir y reclamar a una de sus compañeras por no advertirle de la posible situación, por lo que no obtendrá la mejor de las respuestas. Una serie de sucesos póstumos dejarán en claro a Nina que algo siniestro se esconde de fondo, por lo cual comenzará a investigar e iniciará una demanda contra el director, lo que incluso pondrá en contra a sus mismas compañeras de trabajo y llevará a una suspensión temporal en su trabajo. Ante un panorama poco favorable, la joven busca nuevas opciones para salir a flote y llevar adelante su causa.
En El valor de una mujer, Giordana logra demostrar ciertos acontecimientos que no son ajenos a ninguna realidad mundial, como es el acoso laboral, y la diversas formas de encubrimiento, tanto de las mismas instituciones y sus principales directivos, como de las víctimas, que en no pocas ocasiones optan por el silencio ante el miedo que genera las posibles repercusiones negativas de una revelación o demanda. La gran actuación de Cristiana Capotondi es un sostén elemental para el desarrollo de la trama, dando todo lo que el largometraje le pide, cumpliendo con absoluta solvencia. Quizás podemos acusar de no ser del todo original en sus formas, cayendo por momentos en algunos lugares comunes, así como por tener un cierre no del todo convincente, incluyendo detalles del juicio final, pero la cinta cumple en líneas generales, mantiene un ritmo acertado durante sus 90 minutos de duración y sirve de ejemplo para traslucir como se ejerce y en que manera se tejen ciertos mecanismos que permiten que este tipo de injusticias y aberraciones se siguen dando aún en nuestros días.