Siguiendo la tendencia de cine rumano que está llamando la atención en los festivales del mundo, llega a nuestras pantallas El Vecino (Un etaj mai jos) de Radu Muntean, un acercamiento a la perspectiva de un hombre común que podría ayudar a resolver un crimen pero elige no hacerlo.
Un gris burócrata
Sandu Patrascu se gana la vida haciendo trámites en el registro automotor, facilitando la tarea de todo aquel que no quiera o sepa hacerlo por sus propios medios. Conviviendo en un modesto departamento con su esposa e hijo lleva una vida tranquila de clase media trabajadora en la que sus mayores preocupaciones son mejorar su estado físico y entrenar a su perro en el parque, hasta que regresando de uno de esos paseos escucha una fuerte discusión a través de la puerta de una de sus vecinas. Aunque avergonzado de su propia curiosidad, se queda escuchando demasiado tiempo y no logra abandonar el pasillo antes de que el posesivo novio abandone el departamento dejándose en mutua evidencia.
Sandu no se ve cómodo con la clara situación de violencia pero intenta continuar con su vida normal incluso cuando días después descubren a su vecina muerta en el departamento y nadie más que él parece tener alguna pista que lleve hacia el culpable porque ni la hermana de la víctima ni sus otros vecinos parecen estar al tanto de la relación clandestina que mantenía con otro vecino del mismo edificio. Sin emabrgo Sandu oculta esta información incluso al investigador de la policía que lo interroga en busca de indicios, algo que comienza a replantearse recién cuando entiende que el silencio no alcanzó para mantenerse fuera de la mira del sospechoso, a quien no logra impedirle que se acerque amistosamente a su familia sin develar su mentira.
#NiUna(historia)Menos
Aunque los indicios que recolecta Sandu a los pocos minutos de comenzar la historia apuntan claramente a un femicidio cometido por uno de sus vecinos, el misterio no es nunca el eje de la película sino el debate de conciencia en alguien que no pudo hacer mucho para prevenir un crimen pero que cuando tiene la oportunidad de colaborar para que no quede impune, prefiere quedarse en la comodidad de su rutina. Radu Muntean aborda el problema de la violencia de género desde una perspectiva diferente en la que importa poco cómo fue el crimen o si la policía develará el misterio, porque el protagonista no es el héroe sino que tanto él como sus vecinos representan a otro factor fundamental como son los cómplices silenciosos que aunque aparenten horrorizarse, por diversos motivos toleran los actos de violencia hasta que la situación los afecta directamente.
Lo que en principio suena original e interesante, no se sostiene a lo largo de la película y pronto las buenas intenciones se resquebrajan. El protagonista pasa mucho tiempo solo con sus pensamientos y al no expresar las ideas deja apenas indicios de sus motivaciones sin nunca alcanzar la solidez como para justificar un comportamiento errático que alterna entre intentar ignorar por completo el conflicto con el vecino sospechoso a diálogos de manual donde discute con otras personas que justifican el crimen aludiendo a la vida privada de la víctima. El personaje no es tan increible como su antagonista y podría incluso ser interesante si el director no estuviera tan interesado en que el público haga todo el trabajo de interpretar los distintos hilos que se muestran de la vida del protagonista sin recibir aunque sea una historia a cambio, perono genera empatía ni interés suficiente como para que nos importa mucho cómo resolverá la historia, lo que en un punto es algo a favor porque como en nuestros exponentes de “Nuevo Cine”, nunca lo hace.
Conclusión
El Vecino tiene una premisa interesante y toma una perspectiva original frente a un crimen que más que preocuparse por el misterio critica a los cómplices silenciosos de la violencia. Es en el desarrollo donde se pierde todo ese atractivo prometido con demasiada introspección que deja tanto a la interpretación del público que se olvida de contar una historia, un rasgo que parece internacional a la hora de etiquetar como “Nuevo Cine <inserte gentilicio>”.