Hace... dos noches? Volví a ver por el cable la versión original de "Total recall", del año 90. Tenía algunas imágenes sobre la misma, estuve en sala en su momento (tengo mis añitos) y la recordaba bien, como un producto redondito, entretenido, profundo... Al verla, redescubrí su valor. Paul Verhooven (otro de mis amados directores de hace dos décadas) había partido de un cuento de Philip Dick y le había dado una entidad contundente. Era un gran producto. Dicho esto (homenaje al que volveremos, más tarde), me dispuse a ver esta remake, esperando, por lo menos, ideas nuevas.
Lo que propone Len Wiseman (el taquillero director que se puso al mando de esta versión) es tomar el concepto general de aquel film y aggiornarlo a estos tiempos. Es decir, hay cambios en la trama, (algunos menores, otros no tanto), pero intenta más que nada, apostar a potenciar el arsenal de recursos técnicos que tiene para hacer su trabajo hoy en día, veinte dos años después de la original. Como fue director de arte (de mucho oficio por cierto) y viene de hacer la saga "Inframundo", intentó imprimirle a este nuevo guión, la atmósfera que le sale más natural: ciudades oscuras, pasillos laberínticos, escenarios caóticos, tecnología en su máxima expresión. Muchos guionistas para ajustar la historia pero pocos cambios, sustanciales.
Quizás el más saliente sea el rol que le dio a su mujer, Kate Beckinsale, como para acentuar el espíritu que remite a sus trabajos anteriores (olvidense de lo que hizo Sharon Stone).
Douglas Quaid (Colin Farrell) es un hombre común, aquejado por sus pesadillas. La pasa mal el tipo, tiene siempre un sueño recurrente que se produce a la misma hora. Está casado con Lori (Beckinsale) y viven en modestamente sus vidas, aparentemente sin mayores complicaciones. El mundo está dividido en dos. Hay un país "rico", que es la "Federación Unida de Bretaña" que está conectado por una especie de canal vehicular (que pasa cerca del núcleo de la Tierra), con lo que sería Oceanía, llamado "La colonia". Este último es un país muy pobre, que vive aportando para los poderosos ingleses desde el otro lado del mundo. Hay mucha policía "sintética" (?) que controla que nada se salga de cauce y muchas diferencias sociales.
La cosa es que, como Douglas es inquieto, se le ocurre probar con una técnica llamada "Rekall", en el cual, los avances de ese tiempo, permiten "implantar" recuerdos ficticios en la mente del sujeto, de manera que él crea que eso que le ubicaron en su mente, existió, en realidad. Cuando esto sucede, la acción se dispara: nada ya es lo que parece y la doble personalidad del protagonista se despliega con toda la fuerza que te imagines. Farrell es una topadora. Se lleva todo puesto y a mucha velocidad. Para ayudarlo en la tarea de recuprar su auténtico "yo", contará con la aparición de alguien del pasado, Melina (Jessica Biel), quien trabaja para la resistencia, que se opone al régimen británico con sobrados motivos.
No contamos más. Eso si, para los que no vieron "El vengador del futuro" anterior, piensen que este producto muestra mucha influencia de títulos bastante actuales de la ciencia ficción como "I Robot" e "Infraworld" y mucho, de la saga de Jason Bourne, en lo que se refiere a la acción y la suerte del protagonista.
En líneas generales, me pareció un pasatiempo efectista. Bien logrado desde lo técnico, con un despliegue visual importante y mucha acción a cada minuto del metraje. Me parece que algunos tópicos (la cuestión política, por ejemplo, algunos roles y actores), no estuvieron bien trabajados. Pero si van al cine a pasarla bien y nada más, cumple. Si me dan a elegir, me quedo con la original, esta carece de humor y se toma demasiado en serio.