Hay una larga tradición de documentales dedicados a bandas de rock. A grandes rasgos, y corriendo el riesgo de generalizar demasiado, los más interesantes fueron siempre los que revelaron alguna faceta desconocida de los artistas retratados, o bien los que los mostraron descarnadamente, con sus virtudes y miserias (LoudQUIETloud, sobre la conflictiva reunión de los Pixies en 2004 es un buen ejemplo de estos últimos, los más sabrosos).
El último verano es de los otros: un film pensado casi exclusivamente para fans de la banda uruguaya, que da unas cuantas cosas por sobreentendidas y que está centrado fundamentalmente en la grabación y la gira de presentación del álbum El calor del pleno invierno, una época complicada para los integrantes de NTVG, que sufrieron la pérdida de Marcel Curuchet en julio de 2012, luego de un trágico accidente en motocicleta ocurrido cerca de Manhattan, cuando el grupo estaba de gira.
Entre los emotivos recuerdos del compañero ausente (la película está dedicada a su hijo Renzo, que nació unos meses más tarde) y la mística que suelen tener las grabaciones en estudio, con las clásicas discusiones por detalles de sonido, los momentos muertos y la distracción vía PlayStation, las mateadas y los suculentos asados, se va configurando un pequeño muestrario de la intimidad de esta banda con veinte años de trayectoria que es uno de los exponentes más notorios de la avanzada del rock uruguayo que viene haciendo roncha fuera de su propio país desde hace una punta de años..