Este film del iraní Farhadi narra la vida de una pareja que debe mudarse y se ve alterada por la historia del lugar donde van a vivir. Es en parte un estudio de costumbres y, en parte, un film de venganza que se transforma en algo así como un thriller común a reglamento. Ganó el Oscar a la mejor película extranjera, lo que –se sabe– no es una verdadera garantía. Funciona, tiene algo de tensión y se nota la fórmula.