Para quienes no conozcan a Asghar Farhadi, les cuento que es el primer director ganador del Oscar iraní. Cineasta de vasta trayectoria, el mundo se rindió a sus pies con "A separation" (2011) que fue premiada en cuanto festival haya sido exhibida. Ahora, regresa con otro relato intimista y de pareja, en línea con lo que es su fuerte, el indagar y describir las emociones desde dentro de los vínculos maritales en el contexto de su tierra.
Emad (Taraneh Alidoosti) y Rana (Shahab Hosseini) son una pareja que tiene problemas de viviencia. Su departamento tiene algunos problemas y deben mudarse a la brevedad. Uno trabaja y la mujer es ama de casa, pero ambos son actores aficionados y por la noche realizan el ensayo de una obra teatral ("La muerte de un viajante" de Miller). En ese devenir, alguien del grupo les ofrece un nuevo lugar, en otro espacio.
Y lo que al principio se presenta como una solución esperanzadora, se oscurece cuando descubren que en ese departamento vivía una supuesta prostituta. Eso genera cierto resquemor pero a sabiendas de la cuestión, deciden quedarse y establecerse ahí.
La inquilina anterior aún tenía todas sus pertenencias en la vivienda, y al parecer esperaba volver a retirarlas...
Cierta noche, accidentalmete, Rana deja su puerta abierta mientras espera a su marido y es atacada y sometida por alguien en una situación de la que sabremos poco, en principio. Rana no quiere hablar del tema y su marido desespera ante la búsqueda del culpable.
El relato avanza lento y los protagonistas se lucen en sus interpretaciones. El enigma de la entrada y las razones del mismo, sumada a la pesquisa que Emad comienza a hacer, profundizan la crisis de la pareja.
Farhadi tiene una puesta austera pero sabe obtener el máximo de sus actores y el medio en que filma.
Esta caracterización de lo cultural en Irán, apoya la tensión del relato y empuja al espectador a aferrarse al sufrimiento de esta pareja. Hay identificación y desconcierto, verguenza y tristeza, todo, dentro del marco de una pareja que también parece tener mucho por trabajar puertas adentro.
Si bien el final, a mi gusto, no está a la altura de lo previo, esta película es sólida y exótica. Vibra en la dirección correcta y vuelve a poner a Farhadi en los primeros planos, luego de ganar el Oscar y además, debatir con Trump acerca de su posible visita a EEUU (por el tema de los visados). Muy recomendable.