Personaje mediocre con mucho poder
Impresionante el trabajo de composición. Menos pelo, cara más redonda y extensión física, panza mediante, que se extendió a la balanza en 20 kilos más. De esta manera Christian Bale se metió en el personaje del político norteamericano Dick Cheney en el film “El vicepresidente”, producción que cuenta con 8 candidaturas a los premios Oscar, entre ellos, por supuesto, el de mejor labor protagónica a cargo del citado Bale (número puesto para la noche de la celebración) y que a partir de hoy se podrá conocer en la cartelera porteña.
Christian Bale y Amy Adams, transformados para "Vice".
El director Adam McKay el responsable de ese gran otro gran filme que fue “La gran apuesta”, una mirada muy atractiva sobre aquella enorme crisis financiera de los últimos tiempos que afectó a Estados Unidos y a todos los países emergentes. En esta oportunidad, McKay se vuelve a introducir en los laberintos de la mediatez política y lleva a cabo el abordaje desde una perspectiva argumental que transita cierta pátina de humor y también de comedia.
Puntualmente, la cinta recorre varios momentos en la vida de Dick Cheney, desde su etapa de político con pocos antecedentes, sumido en la adicción al alcohol y viviendo duros conflictos conyugales, hasta su rol como dirigente que supo moverse a la sombra de George W. Bush articulando situaciones y estrategias como una suerte de verdadero “monje negro”.
Lo que se ha propuesto Adam Mc- Kay sin pretensiones de denuncia social es plasmar un filme que está lleno de situaciones inesperadas, con muchos guiños sorpresivos, es decir una biopic alejada de la tónica general que observamos en las miniseries de Netflix o Amazon sobre personajes famosos y más cerca del humor satírico y autorreferencial que apunta hacia una crítica descarnada sobre un personaje que supo convertirse en un eficaz titiritero de los hilos del poder.
Otro aporte fundamental: el trabajo de Amy Adams en el rol de la esposa de Cheney que alienta a su esposo a generar mayores espacios de ambición. Los lazos de Dick Cheney con las multinacionales de la industria militar y del petróleo y el lucro que se obtuvo en estas negociaciones tuvieron eje de partida y desarrollo con la guerra de Irak. Un verdadero escándalo internacional que involucró dólares, armas, petróleo y muerte.