El film de terror utiliza la tecnología y las redes sociales para contar una historia de venganza sobre un grupo de adolescentes que chatean y reciben mensajes de una compañera muerta un año atrás.
El cine de terror no está exento del uso de las nuevas tecnologías y de las redes sociales en esta nueva incursión del género, Eliminar amigo, que no recurre ni a "cámaras de seguridad" ni a "archivos encontrados" como los últimos exponentes estrenados para contar una historia protagonizada por adolescentes y apuntada a un mercado ávido de sustos.
El film, de bajo presupuesto, parte de un planteo curioso y diferente al de otras películas: el espectador se encuentra frente a la pantalla de una computadora y su punto de vista no saldrá de allí a lo largo de noventa minutos. La excusa es simple: cinco amigos de la secundaria, liderados por Blaire Lily -Shelley Hennig- chatean tranquilos hasta que reciben un mensaje por Skype de Laura Barnes -Heather Sossaman-, una compañera del colegio que se suicidó después que se difundiera un escandaloso video suyo en Internet y que causó la burla de toda la comunidad.
Al comienzo, los chicos piensan que se trata de una broma, pero las cosas se complican cuando esta aparición fantasmal empieza a revelar los secretos de cada uno, sacando a la luz miserias, mentiras y relaciones cruzadas, a partir de un juego mortal en el que cada uno irá desapareciendo. No hay mucho más para contar de esta película dirigida por Levan Gabriadze y que cuenta con un guión de Nelson Greaves.
El film acumula sustos vistos por skype, desesperación y primeros planos de los ojos llorosos de los protagonistas -al mejor estilo El proyecto Blair Witch-. Y nuevamente se enciende la eterna discusión entre el relato clásico enfrentado con la modernidad y los nuevos recursos como pantallas que se despliegan, el Facebook en uso paralelo y las webcam con problemas de imagen que avecinan lo peor. En tanto, los fantasmas son los mismos pero llaman la atención de manera diferente...