Chat infernal
Durante los últimos meses, desde estas mismas páginas se viene sosteniendo una campaña informal en contra de las películas de terror que parecen menos obra de un cineasta que de la máquina de hacer chorizos. Una campaña que busca crear consciencia acerca del abuso que las pantallas argentinas hacen de estos films clonados en los que el demonio, las posesiones, los fantasmas vengativos y el found-footage van pasando de uno en otro como si el cine de terror se hubiera tildado sobre esos dos o tres asuntos, a los que se disfraza para la ocasión casi siempre sin mucho ingenio ni destreza. Al mismo tiempo se ha saludado con honores a los pocos casos que han conseguido correrse de lo preseteado, verbigracia Te sigue, de David Robert Mitchell, y no mucho más. Pues, es hora de reconocer la derrota, porque esta campaña no tiene forma de ser exitosa; basta con mirar los números de taquilla para saberlo. De las últimas cinco películas de terror estrenadas, cuatro han vendido más de 25 mil entradas en su primera semana: La casa del demonio, Sinister 2, El payaso del mal y Exorcismo en el Vaticano (esta última, la peor de las cuatro, vendió casi 74 mil). Te sigue, en cambio, no pudo llegar a los 20 mil en el doble de tiempo. Es tentador ensayar una explicación al respecto, pero no es el lugar ni el momento. Una nueva película de terror acaba de estrenarse y de eso se trata esta nota.Eliminar amigo es el primer trabajo en Hollywood del director georgiano Levan “Leo” Gabriadze, quien sólo dirigió una película antes y cuyo mayor mérito (no menor) consiste en ser uno de los protagonistas de la comedia de culto Kin-dza-dza! (1986), uno de los trabajos más destacados del último cine soviético. De Eliminar amigo puede decirse que si bien no se aleja para nada de los clichés mencionados, al menos logra meter todo en un envase original. Claro que la originalidad en sí misma no es necesariamente un valor, mucho menos cuando apenas involucra a la máscara externa que por dentro esconde lo mismo de siempre. Sin mencionar que se puede ser original y aburrido al mismo tiempo. Se trata de seis adolescentes que son perseguidos por una ex compañera muerta, cuyo fantasma los culpa de haberla empujado al suicidio. Algo parecido ocurría en La horca, que tal vez termine siendo la película de terror más vista del año (unos 350 mil espectadores y que es aún peor que las cuatro antes mencionadas). Sólo que en este caso el morbo del ciberbullying mete la cola y por eso la fantasmita clama venganza por internet. Justamente, acá lo novedoso es que toda la película es narrada desde un chat de Skype y sin abandonar nunca la pantalla de la computadora de una de las protagonistas, echando mano de muchas de las redes sociales y plataformas web más populares –de Facebook a Instagram y de Google a YouTube– para construir el relato. No es posible asegurarlo, pero tal vez se trate de la primera película narrada íntegramente desde la virtualidad. Sin embargo, Eliminar amigo no ofrece nada más allá de esa innovación que es pura cáscara.