En octubre de 2017 un poco más de 80 mujeres hicieron denuncias de acoso sexual y/o violaciones contra Harvey Weinstein. Esto, provocó, entre muchas cosas, el nacimiento del movimiento #MeToo y todas las posteriores acusaciones de abuso sexual contra hombres poderosos en la industria de Hollywood y todo el mundo. Weinstein fue arrestado y acusado de violación en Nueva York en mayo de 2018 y se encuentra cumpliendo una pena de 23 años de prisión a la espera de otro juicio en Los Ángeles. Esto se dio a conocer gracias al trabajo de las reporteras del New York Times, Megan Twohey y Jodi Kantor. She said, película de Maria Schrader con Carey Mulligan y Zoe Kazan, cuenta esté brillante trabajo de investigación periodística.
Ver She Said es salir de la sala movilizado, conmovido, molesto e indiginado. La película logra un recorrido muy detallado y emocionante sobre el caso de Harvey Weinstein. En el 2016 Megan Twohey (Carey Mulligan) publicó una investigación que mostraba conductas sexuales inapropiadas por parte del entonces candidato a la presidencia de los Estados Unidos, Donald Trump. Sin embargo, el empresario igualmente terminó siendo electo. Por su parte, unos meses después, Jodi Kantor (Zoe Kazan) recibía el dato de que en Hollywood han surgido varias acusaciones de abusos sexuales sin ser tratados. También recibe un nombre: Harvey Weinstein.
Jodi busca la ayuda de Megan, ya que no encuentra la manera de que alguien hable del tema. Especialmente las mujeres que podrian haber sido atacadas por Weinstein. Cuando Jodi le pregunta como hizo para que, en el caso de Trump, ellas hablaran, Megan le responde: «Les dije que haciendo esto no podemos cambiar el pasado, pero quizas podemos ayudar a que a otras mujeres no le suceda lo mismo en el futuro. Les dije la verdad».
Ambas inician la investigación con todos los frentes cerrados, pero poco a poco se va asomando la verdad. Si Harvey hizo lo que hizo con actrices, ¿Qué habrá sido de las personas que trabajaban en Miramax? Empiezan a contactarse con las sobrevivientes y con las personas que rodeaban al productor. Así logran descubrir una serie de acuerdos económicos por parte de la productora con empleadas a cambio de su silencio. Todo esto contado bajo un ritmo que, especialmente al que le interese la practica periodística, es fascinante.
Uno de los grandes aciertos de She Said es el tratamiento de Megan Twohey y Jodi Kantor. Por un lado, son un ejemplo de lo mejor de lo mejor en el periodismo. Desde All the President’s Men (1976), no se veía una pareja de periodista tan a la altura de la profesión en la gran pantalla. Pero por otro lado muestra una historia donde dos madres trabajadoras logran conseguir un equilibrio entre su trabajo y su vida hogareña. Algo que practicamente nunca es reconocido.
Por otro lado, está el guion adaptado del libro con el mismo nombre de la película. Encuentra muchos momentos dentro de la investigación, pero cuando debe tomarse el tiempo para escuchar los testimonios los hace con respeto y empatía. También hay que destacar la música de Nicholas Britell que es digna de ir a la guerra como si se tratará un juego de ajedrez.
El film también muestra como esto no es un caso aislado, sino que se trata de un sistema entero que se dedicaba a encubrir estos abusos. Para ello se mide con varios testimonios y de algunos «cameos» no oficiales del Donald Trump y el mismo Harvey. She Said es una de mis películas favoritas del año. Son dos horas de pura adrenalina periodística, de reflexión y, especialmente, enojo.