El lado oscuro.
Si tenemos que pensar en el director Paul Verhoeven tenemos que pensar en Robocop (1987) y El Vengador del Futuro (1990). En principio pensaríamos que este tipo dirigió películas de superacción de fines de los ‘80. Podríamos acordarnos que había muñequitos del robot policía para que jugaran los niños. En cuanto a la segunda película recordaríamos falsamente que Schwarzenegger hacía un papel digno de ser parodiado en El último Héroe de Acción. Pero nada más alejado de la realidad. Robocop no era nada tierno con lo que jugar. Era un policía sin corazón, bastante facho. Además la película mostraba un futuro cercano perturbador. Un lugar oscuro y sucio, donde la política no era ajena. La Institución Policial estaba en vías de ser privatizada, por eso todos los oficiales estaban en huelga. Una empresa se apropiaba del cuerpo muerto de Alex Murphy para fabricar un superpolicía que trabajara mientras los otros estaban de paro. Robocop era un rompehuelgas, que por supuesto luego se reivindicaba hacia el final. Lo mismo sucedía en El Vengador del Futuro, la oscuridad y lo tétrico inundaban las imágenes. Además trataba de un pueblo empobrecido de Marte, sometido a los gobernantes empresarios que querían hacer negocios con un servicio básico, el aire.
Luego aparecerían otras películas como Invasión (1997) y El Hombre sin Sombra (2000). También aparentes películas de acción superficial donde en realidad lo oscuro y lo moroso ensombrecían cada película. En todos los casos la crítica a la televisión basura y en particular a la publicidad no se escatimaba.
Entonces Elle,con el protagonismo de la gran Isabelle Huppert, parecía acercarse más a Bajos Instintos (1992) o El libro Negro (2006), también de Verhoeven. Aquí se muestra a una mujer empresaria que es atacada sexualmente en su casa por un extraño encapuchado. Parece tratarse de un thriller donde el motor es encontrar al culpable, ya que la película se encarga de que sospechemos de todos los personajes secundarios. Pero rápidamente todo se va convirtiendo al lado oscuro. Más oscuro y brumoso todavía. Ya no hay un solo malo. Todos y hasta ella misma tienen un secreto turbio que esconder. Cada personaje parece estar al límite de la perversión sexual. El espectador entonces debe decidir si se anima a exponerse. Con Elle se ingresa a un mundo donde podemos dejar de sentir empatía con el personaje principal aunque sea una víctima. Un mundo donde todos toman las peores decisiones y las menos esperadas. Un mundo donde todos tienen alguna insurrección sexual, entre morbosa e insólita. El miedo del espectador será entonces empezar a dudar si se trata de fantasías sexuales aceptables. Solo para valientes que se animen a pasar al lado oscuro para ver qué onda.