Elles

Crítica de Iván Steinhardt - El rincón del cinéfilo

Difícilmente el espectador que asista a ver “Elles” salga con una idea clara de la visión-opinión que la realizadora Malgorzata Szumowska tiene sobre la prostitución adolescente, de todos modos, como los que nos sentamos frente a la pantalla somos nosotros, se supone que depende de nuestra predisposición para formar la propia.

Anne (Juliette Binoche) es una periodísta trabajando para la revista de moda “Elle”, una publicación (real) dirigida a un tipo de lector muy específico, el consumidor de clase media-alta, quizás consumidora sería más apropiado dado el contenido. Luego, la cantidad y calidad de las notas que allí se publican ganan prestigio adicional por estar rodeadas de publicidades de ropa carísima, joyas, perfumes, y todo lo que conforma el mundo de la alta costura.

Un artículo sobre jóvenes mujeres que se prostituyen para pagar sus estudios publicado en esa revista parece más cercano a alimentar el “¡que-barbaridad!”, comentado en una mesa de té con masas, que a concientizar sobre el asunto, pero es cierto, el nombre de esta revista hace juego con el plural del título refiriéndose a “Ellas”. De hecho Anne es una criatura interesante pues las entrevistas a Charlotte y Alicja (animadas por las prometedoras actrices Anaïs Demoustier y Joanna Kulig, respectivamente), dos adolescentes que le darán de comer una vez publicada su historia, funcionan como disparador para darse cuenta de otras dificultades e inquietudes dormidas en su propia rutina.

Guionistas y realizadora logran instalar la dualidad entre pensar si es un relato sobre dos prostitutas, con inserts de una periodista que les hace preguntas, o si es exactamente al revés. En esa dualidad narrativa es donde el discurso también parece ambiguo pero, en definitiva el mundo, planteado como está, también tiene sus contradicciones.

Juliette Binoche está sensacional otra vez. En ella y en su trabajo gestual es donde encontramos esos mundos que se chocan. La rutina y la inquietud; la negación del deseo y la excitación; la denuncia y la ignorancia. Ninguna de las dos entrevistadas parece sufrir lo que les toca vivir, pero tampoco se quejan. Sus relatos tienden más a la crónica que a la revelación de un proceso interno. Bien puede uno preguntarse qué quedará publicado en ese artículo de “interés general”, quién lo va a leer y qué consecuencias tendrá, pero esto es otra historia.