¿Qué pasó después de ganar el Oscar, Adrien?
La vida del psicólogo Peter Bower (Adrien Brody) se convierte en un remolino de sensaciones cuando descubre un raro secreto sobre sus pacientes. Arriesgando su propia cordura, Peter regresa al pueblo de su infancia para enfrentar a su pasado y descubrir un secreto que sólo él puede corregir.
No hay mucho que decir de esta película que valga la pena. La ví sólo por el respeto que le tengo a Adrien Brody por haber hecho El Pianista, que me parece que es una de las grandes películas de la década del 2000, y por Sam Neill (Jurassic Park), pero lamentablemente la película falla en todo. No hay nada bien, no hay nada destacable. El personaje de Brody está sobreactuado, la historia es muy mala, los efectos especiales son muy mediocres. La estructura del guión es mala; la presentación de los acontecimientos es confusa, los hechos son inverosímiles, va al susto fácil (que mientras van pasando los minutos funcionan menos y menos), y los diálogos nunca deberían haber salido de la cabeza del guionista.
E imagino que usted lector, amante del cine de terror debe estar pensando “Es una película de terror ¿que verosimilitud está esperando?”. Exacto. Yo también soy amante del cine de terror, y sé qué esperar de una película de este tipo. Uno va predispuesto a ver ciertas cosas en ciertos géneros, y yo en particular disfruto de las Viernes 13, de las La noche del demonio, y otras de los subgéneros de terror. Pero hay un límite para todo y esta película pasa todas las barreras por las razones equivocadas.
Puntaje: 3 – No vale la pena gastar ni dinero ni tiempo en esta película. Lean un libro de Stephen King en todo caso, que nunca falla.