Más actividad paranormal
Tras un auspicioso arranque, esta película resulta apenas un remedo de Sexto sentido y Los otros.
La vida del psicólogo Peter Bower (Adrian Brody) no pasa por un buen momento. Hace un año murió su hija a raíz de un accidente en la vía pública causado en parte por un descuido propio y ahora, como si la gélida relación con su mujer no fuera suficiente, una serie de hechos y las charlas con un colega/amigo (Sam Neill) lo llevan a pensar que está al borde de la locura.
Con Sexto sentido y Los otros como grandes referentes, la primera media hora de Ellos vienen por ti tiene todo aquello que debe tener un buen thriller psicológico: un protagonista torturado, la rutina como entidad enrarecida, cuenta pendientes con su pasado, un manto de misterio generalizado y, sobre todo, la duda sobre si el protagonista está loco o efectivamente es víctima de un fenómeno paranormal.
El problema, en todo caso, es que el director tiene la firme decisión de renegar del género al que su película abraza, y termina convirtiéndolo en un relato típico sobre fantasmas traumados dispuestos a todo con tal de hacer justicia.