Adrien Brody (El Pianista) interpreta a Peter Bower, un hombre torturado con la pérdida de su única hija, que tras un año del aniversario de su fallecimiento decide tratar de sobrellevarlo enfocándose en su trabajo como psicólogo y conteniendo a su mujer, se siente algo agobiado cada uno de sus días tratando de lidiar con sus pacientes y tratando de ayudarlos a superar sus problemas pero todo cambia con la llegada de una pequeña niña que oculta su rostro con una capucha, y no dirige palabra alguna hacia Peter, ella escapa de su consultorio y deja sobre la mesa un extraño papel con números escritos en el, para Peter esto en un primer momento no tiene ningún significado, pero poco a poco comienza a notar que las personas que trato como pacientes suyos resultan ser fantasmas de su pasado que quieren hacerle recordar cosas que el cometió en su juventud y que él no recuerda, ya que estos pensamientos quedaron en su subconsciente, toma un tren dispuesto a volver a su pueblo natal y desentrañar esos vagos recuerdos que llegan a su mente, a medida que avanza en su búsqueda se da cuenta de que en su adolescencia presencio una enorme tragedia en el que varias personas perdieron la vida, ahí comienza a notar que varios hechos ocurrieron esa noche y él se siente culpable de ellas, pero ¿Todo esto fue provocado por él? ¿El es el culpable de ser acechado por los fantasmas de su pasado? ¿Qué oscuros recuerdos guarda su subconsciente?.
Michael Petroni trae una película que maneja muy bien sus momentos de suspenso, en la que uno se pregunta qué otro recuerdo verá la luz y cuál será el propósito de este, Adrian Brody se mete perfectamente en el personaje de un padre que sufre con la pérdida de su hija, que soporta los conflictos de sus pacientes y que al retomar a su hogar es todo angustia y tristeza, pero que lamentablemente está muy por debajo de otras de sus actuaciones, la historia es atrapante pero muy mal manejada en cuanto al mostrar el miedo a través de los fantasmas ( como films de clase B), película que resulta entretenida pero que utiliza métodos ya vistos en el cine de su género.
Lo bueno: Adrien Brody.
Lo malo: Hubiera funcionado de mejor forma el CGI en los fantasmas, da muy poco creíble, el guion no aporta nada nuevo, es algo que ya se ha visto en otras oportunidades.