Remake estadounidense del film argentino dirigido por Marcos Carnevale, como aquel apoya esta historia de amor entre personas mayores con enormes actuaciones. La traducción al “lenguaje” de Hollywood es correcta y precisa. Shirley McLaine y Christopher Plummer, dos señores con oficio perfecto, les inyectan humanidad y humor a sus personajes con mucha gracia. Más un film “de actores” que de puesta, pero aún así estimable.