No está mal pero el original era mejor
Quien haya visto "Elsa y Fred", de Marcos Carnevale, con China Zorrilla y Manuel Alexandre, ya sabe de qué se trata, y sabe además que no puede haber una versión mejor, aunque la dirija Michael Radford y la interpreten Shirley MacLaine y Christopher Plummer. Ahora, quien no haya visto la versión original, no la recuerde, o prefiera a los intérpretes norteamericanos, seguramente disfrutará con esta adaptación ambientada en Nueva Orleans.
La historia es prácticamente la misma, salvo el final distinto y algunos leves injertos que no molestan y a veces hasta rematan bien (por ejemplo, la escena en la guardia de hospital, y otra entre hija y yerno). Distinto también, el momento en la fuente, con más uso del blanco y negro pero un montaje innecesariamente cruel con Shirley MacLaine. De todos modos, la mayor diferencia está en el carácter de Fred, que de viejito apocado e hipocondríaco se convirtió en viejo gruñón y menos formal. Sólo en la escena del vernissage Plummer parece actuar como Alexandre. Es una buena demostración actoral, que no pega con el resto de sus apariciones, ni con su famosa cara de capitán austríaco retirado.
Tampoco pegan los "has been" George Segal como el amigo médico, y James Brolin como el ex marido. El primero, más que médico parece Emilio Disi haciendo de boticario, y el otro actúa de modo intrascendente, a diferencia de las dos apariciones que hacía Federico Luppi. Menos objetable es la inclusión de Erika Alexander como un ama de llaves que ninguna hija contrataría para cuidar de su anciano padre, sobre todo cuando por ahí replica maliciosamente "No soy hermosa pero hago que funcione". Coproductoras, una firma canadiense, cuatro de EE.UU., entre ellas Creative Andina, y otra mexicana, Rio Negro, culpable de una remake titulada "No eres tú, soy yo", que acá solo trajeron los manteros, sin mayor éxito. Se pasa el rato, y suponemos que Carnevale tendrá doble motivo para festejar a fin de año: algo le habrán pagado, y no lo habrán superado.