Neill Blomkamp, responsable de la infravalorada Sector 9, regresa acompañado de Matt Damon, Jodie Foster y Diego Luna, con locaciones en la Ciudad de México, para traernos Elysium, una historia con tintes de thriller y acción y ciertas remembranzas a su anterior trabajo.
Elysium es una ciduad futurista, en una estación espacial, a donde las personas de la alta sociedad se fueron a vivir luego de que la tierra se ha convertido en un basurero inhabitable. Max, un obrero cualquiera, sufre un accidente que lo obliga a buscar un modo de llegar al paraíso, en donde son capaces de curar cualquier enfermedad con sólo un botón.
Así, entre alegorías de migración, muros, separación de clases y miseria humana, combinada con egoísmo, Elysium muestra mucho menos de lo que puede hacer. Lejos de convertirse en otra obra política como District 9, acá Blomkamp se conforma con mostrar a un Matt Damon ocupando todo el tiempo la pantalla, en donde incluso Jodie Foster más que villano, es otro personaje secundario. Ya me contaba una amiga que la mayoría de las películas de Damon se tratan solamente de él, y esta es otra prueba de esas. Si bien es un correcto thriller de acción, en el que se disfruta la segunda mitad de la película cuando empieza el viaje, se queda muy corta con el trabajo previo del director.
Eso si, los efectos especiales merecen su distinción pues están muy bien logrados. Lo malo es que no compensan la falta de profundidad del guión que pudo haber mostrado mucho más que los sueños egoístas de Matt Damon (y no, la redención innecesaria de personajes no salva un filme malo)