Hace unos treinta años el cine coreano logró una calidad para los géneros cinematográficos que se adelantó a gran parte del cine mundial. Como el cine de aquellos años era muy superior al actual, las películas más taquilleras de Corea del Sur no tenían la distribución internacional que se merecían. También es cierto que el costo de distribuirlas complicaba las cosas. Fueron los festivales de cine y los ciclos especiales los que permitieron que disfrutáramos de esos grandes films. Luego de un vacío casi total, Corea logró reconocimiento internacional y el streaming ayudó mucho a que se dieran a conocer películas y series de ese país. Las salas de estreno y la semana del cine coreano permiten que disfrutemos de esos largometrajes. Emergencia en el aire (Bisang seoneon, Corea del Sur, 2021) es un nuevo ejemplo del excelente manejo de géneros y la forma en la cual han sabido tomar la posta de Hollywood creando o recreando grandes historias bien filmadas y entretenidas.
Emergencia en el aire podría haber sido una excelente, tal vez la mejor, película de la saga de títulos de Aeropuerto. El villano es un pasajero de un vuelo de Seúl a Honolulu, donde arriba con un virus letal que él, como investigador farmacéutico, ha logrado desarrollar en una variable de acción rápida que irá matando a los pasajeros del vuelo. Desde tierra investigan la forma de cambiar el curso de los acontecimientos lo más rápido posible, si acaso se puede hacer. Hay héroes, personajes centrales, en el avión y en el control, historias personales, como mandan las reglas del género, y una tensión creciente manejada con una maestría absoluta.
La historia se extiende un poco de más, pero esto ocurre por la cantidad de ideas que la película tiene más que por otra cosa. Trabaja Song Kang-ho, el actor favorito de Bong Joon Ho y protagonista de muchos grandes títulos de cine coreano de las últimas décadas y el otro rol principal está a cargo de Lee Byung-hun, otra estrella coreana, actor preferido de Jee-woon Kim. También en eso el cine de Corea del Sur funciona como una verdadera industria, su Star-System es sólido y sus actores consiguen la identificación y la conexión que solo las estrellas tienen. Emergencia en el aire es buen cine, tiene el estilo narrativo claro, sin distracciones superficiales o un exceso de efectos por encima de la construcción dramática. La lección que los coreanos aprendieron hace treinta años aún la siguen poniendo en práctica.