Luego de un trágico accidente, dos personas unen sus vidas casi por casualidad. Pero la soledad que comparten es tal, que ni siquiera estando acompañados podrán superarla. Anna y Juan deberán enfrentar no solo la soledad de ambos, sino las diferencias de países que los separan, todo sucediendo en un poblado minero apartado en la Patagonia.
Hoy nos toca hablar de Emma, un film por demás particular, que seguramente no va a dejar indiferente a ninguno de sus espectadores, ya que se aleja bastante de lo que estamos acostumbrados a ver a la hora de ir al cine.
La mayor particularidad, es que estamos ante una película casi muda. Si tenemos unas diez líneas de diálogo a lo largo de Emma, quizás hasta estemos exagerando; pero aunque no lo crean es así. Y esto es una buena decisión por parte del director y guionista, Juan Pablo Martínez, ya que dota a la película de esas soledad que tanto sienten y les pesa a los personajes principales.
Otro gran acierto, es el casting de Sofía Rangone en el rol de Anna. La actriz logra transmitirnos todo un abanico de emociones, casi sin emitir palabras; solo con sus gestos y una buena composición de lenguaje corporal, hacen que sintamos la desolación y tristeza casi constantes que sufre Anna a lo largo de la película.
Pero así como les comentamos lo bueno, también debemos decirles lo malo; y es que el film no es para todo el público. Y no nos referimos a un desnudo que a esta altura no debería horrorizar a nadie; sino que el hecho que la película casi no tenga diálogos, va a descolocar a más de un espectador, no sabiendo que entró a ver a la sala del cine.
Lo aconsejable, es que miren el trailer antes de ir al cine, que les va a dar una buena muestra de lo que se van a encontrar en la gran pantalla. Para aquellos que quieran ver un film poco común, Emma supondrá una buena opción. Para los espectadores ya acostumbrados a un cine convencional y que no supone ningún reto; lo mejor es que se planteen seriamente la opción de verla.