El último disparo
Las películas de acción, desde hace varios años, son una más parecida a la otra y sobre todo cuando se trata del director de En defensa propia, Steven C. Miller, donde el secuestro es moneda común y Bruce Willis aparece en pantalla.
En defensa propia cuenta la historia de un padre que lleva a su hijo a cazar venados y son testigos de un asesinato. La película tiene todos los clichés necesarios del género: un padre común que de repente se convierte en un hombre con habilidades de un agente de la CIA, una mala relación con su hijo, un sheriff corrupto y a Bruce Willis.
Todo en la película está muy forzado, desde las performances de Hayden Christensen (todavía no descifro si este pibe es bueno o no), hasta las conversaciones entre el “villano” y el hijo del protagonista, que resultan demasiados amables para alguien que está secuestrando una persona.