Una familia bajo influencia de profecías apocalípticas se refugia en una antigua casa de campo las últimas horas antes del anunciado Juicio final. Pero la aparición inesperada de un intruso, que dice ser “un salvador”, pone en riesgo su fe y su destino. Con la onda sectaria, oscura, religiosa y de época ya atrapa. Lo inevitable de Fercks Castellani sorprende de entrada con una historia que por lo menos quien escribe no escuchó demasiadas veces. A ver: sí, lo del fin del mundo sí, pero no con esta forma de contarlo que plantea la película protagonizada por Juana Viale, lo cual me hizo recordar a esa “broma radial” de Orson Welles en Guerra de los Mundos. “Lo inevitable se sumerge en lo más profundo de los vínculos de una familia religiosa. El contexto del relato es la inminente llegada del Apocalipsis. Las criaturas se aproximan para juzgarlos. El destino ha llevado a los protagonistas a convivir en un refugio abandonado, esperando que todo suceda y puedan seguir con vida. Pero esto no es lo único que debe preocuparnos, sino la naturaleza de los personajes que traen consigo secretos personales que guardan bajo llave. Todo empeorará aún más con la presencia inesperada de un intruso que pondrá en jaque todo plan de supervivencia familiar y revelará su lado más oscuro… Será momento de descubrir sus verdaderas misiones, antes de que sea tarde”, comenta su director Fercks Castellani. Uno puede llegar a pensar que es una película de terror, pero no, no hay terror; no hay sustos, hay algo más intimidante, hay tensión todo el tiempo, generado sobre todo por Daryna Butryk y Luciano Cáceres, con dos performances de alto nivel. Todos los ingredientes están muy bien manejados, sobre todo el sonido, algo esencial en este tipo de películas, y un plot twist digno de Shyamalan (de esos que le resultan bien).
Retazos de la rutina La cima del mundo, película dirigida por Jazmín Carballo, me dejó con cierta duda, dado que desde un principio no logré captar si se trataba de un documental o de ficción documentada. Quiero suponer que esa misma incertidumbre que tuve es el objetivo que se propone. Creo que quiere generar esa duda. La cima del mundo cuenta la historia de Anastasia, una chica cordobesa que aspira a ser cantante pop, pero sus miedos e incertidumbres, como también su madre, hacen que cada vez se vea más alejada de su sueño. La película tiene un ángulo original pero aun así no deja de ser una historia recurrente, la vida de Anastasia podría ser tranquilamente la de cualquier joven argentino con un sueño y las dificultades diarias para realizarlo. A esta “falta de originalidad” se le suma un muy mal manejo del sonido (hay diálogos que no se escuchan o no se entienden), errores de continuidad, planos antiestéticos, todo eso termina restando bastante y es una lástima porque la historia que quieren contar termina desdibujada por esto. Algo que sí se puede rescatar de la historia que quiere contar Carballo, es que los personajes llegan a transmitir lo que se proponen, que es esa falta de oportunidades en un país donde se sabe que son escasas, más aún para aquellos que quieren dedicarse al mundo del arte.
Desastre en la montaña Vamos a aclarar una cosa desde el principio: el título con el que llega esta película a Latinoamérica no tiene nada que ver con el que se estrenó en los Estados Unidos. Allá en 2019 se llamó The Climbers (Los Alpinistas), un nombre mucho más adecuado, ya que durante toda la película no hay avalanchas ni tampoco tanto desastre como promete. Con ese título podría estar protagonizada tranquilamente por Dwayne Johnson o Tom Cruise, pero no, queda muy lejos de la calidad de película que tendrían esos dos actores. Esta película china fue dirigida por Daniel Lee y cuenta la historia de un grupo de alpinistas chinos que fueron los primeros en hacer pico en el Everest pero nunca fueron reconocidos por no tener pruebas, hasta que unos años después integrantes de ese grupo y otros nuevos alpinistas intenta hacerlo por una segunda vez. No terminé de entender lo que propone la película: no se si es un drama épico sobre la resistencia humana y la fortaleza de la China comunista, no se si es un film sobre deportes extremos, e incluso podría entrar dentro de las categorías de catástrofe con patadas y chinos muy ágiles para su avanzada edad. Cuenta con todos los clichés para todos esos géneros. Es todo muy irreal, parece que todos fuesen super alpinistas entrenados por Jackie Chan (que hace una aparición) o Bruce Lee. En Avalancha es todo muy raro y esa sensación se mantiene durante los 120 minutos de duración, todo muy épico, mucho drama, con nieve y super alpinistas durante una China comunista de 1973. Rarísimo. Todo.
El diablo detrás de la puerta Finales de los años 70, en plena España de la Transición. La familia Olmedo se traslada del pueblo a la ciudad en busca de la prosperidad que parece ofrecerles la capital. La joven Amparo (Begoña Vargas) y el resto de su familia se instalan en un antiguo piso en el número 32 de la calle Manuela Malasaña de Madrid. Pero, hay algo que ninguno de ellos sabe: la casa que han comprado tiene más sombras que luces, y no están solos… Algo que desconocen pondrá en peligro sus vidas y tendrán que defenderse. Malasaña 32 te agarra desprevenido, no esperas mucho de ella… en realidad yo no suelo esperar mucho de las películas de terror fuera de Estados Unidos (hago mal, lo se y tampoco soy un conocedor de tema). Pero siendo sinceros, la película de Albert Pinto me dejó satisfecho en medio de una noche de sustos. Siguiendo por el camino de la sinceridad también hay que decir que lo que se muestra en la pantalla no es ninguna novedad: casa embrujada, espíritus, niños capturados y viejitos con pérdida de memoria que te asustan con solo pararse en medio de un pasillo. Todos clichés del cine de terror, pero bien ejecutados. Se ve que El Orfanato de Juan Antonio Bayona ha hecho escuela en España aun sin ser una clásica película del género. Claramente no es un 10 de 10 y por eso tiene algunos baches como personajes que “no pinchan ni cortan” o un final que sorprende, pero se queda corto, más bien la palabra que usaría sería raro. Tiene una interesante vuelta de rosca con perspectiva de género, pero no alcanza. El cine de terror ha avanzado tanto en los últimos años que deja la vara muy alta para cualquier largometraje.
Una de Hollywood a la rusa En Invasión encontramos la historia de una incursión alienígena en el planeta Tierra que provoca una crisis general y un cambio particular en una mujer que tuvo contacto con esos extraños visitantes y desde entonces es el centro de una serie de investigaciones científicas. El objetivo principal de esos estudios parece destinado a demostrar la superioridad moral de los humanos, una indulgencia habitual en este tipo de ficciones. Y por fin tenemos un fin del mundo con otra sede que no sea Estados Unidos, pero una lástima lo pobre que es la película dirigida por Fiódor Bondarchuk. Desde un principio sentí que me había perdido una primera parte de una saga, lo cual era cierto ya que esta película es la secuela de Atracttion, que se estrenó en 2017 pero claramente me enteré de eso al terminarla ya que la primera parte no tuvo estreno oficial en nuestro país. Mas allá de lo comentado anteriormente, debo decir que le sobran mínimo 40 minutos: todo lo que se dijo en 2 horas entraba fácilmente en 80 minutos de película. Invasión tiene una buena cantidad de logrados efectos especiales que son lo más rescatable de la película, pero después de eso todo cae en picada, desde los actores, hasta el doblaje espantoso al inglés. Es original al plantear una invasión extraterrestre que no ataca al mundo con fuego y misiles, sino que hackea toda tecnología posible, desde las noticias hasta un llamado telefónico, para intentar matar a la protagonista… pero se queda corta, no logra emocionar, más aún cuando no conocíamos la existencia de su predecesora, lo cual hace algo ilógico su estreno.
El precio del empoderamiento Empecemos por una cosa: si sos fanático de Yorgos Lanthimos y te encantaron sus últimas películas en inglés, preparate, porque vas a ver algo sumamente diferente. Habiendo dicho esto, prosigamos. El ultimo film del director griego se centra las maquinaciones políticas durante el reinado de Ana de Gran Bretaña (1707-1714), la última soberana británica de la Casa de los Estuardo, que quien tras perder a sus 17 antes y durante el parto, esta sumida en una profunda depresión y delega todo su poder a Sarah Churchill, su acompañante y favorita, pero tras la llegada de una nueva criada, todas las cosas se pondrán cada vez más turbias. Todos tenemos miedo cuando un director se aleja de su zona de confort, básicamente porque tememos a que le salga una aberración, pero Lanthimos ha logrado cambiar su cine y a conseguido realizar un film fantástico. La principal diferencia es la interpretación de sus actores, cuando antes eran inexpresivos y monótonos (algo que llamaba mucho la atención y gustaba) ahora poseen un rango de registros enormes, sobre todo Olivia Colman, quien interpreta a Anne, mostrando una reina débil sumida en una depresión que la vuelve totalmente dependiente de su favorita. Rachel Weisz, con una androginia bellísima, logra también una gran interpretación. Y qué decir de Emma Stone, que logra poner sus toques de humor siempre a tiempo para luego volverse el personaje mas oscuro de este triangulo actoral. Algo que llama la atención es la modernidad del lenguaje durante los 120 minutos que dura el film, cargado de actualidad, por momentos pareciera una película de época pero con palabras del 2019. Por último, párrafo aparte para Robbie Ryan y su lente angular, dando planos totalmente sorpresivos para el cine de Yorgos Lanthimos. Película bella si las hay.
Sex and the City Amigas desde muy jóvenes y con vidas ya resueltas (o casi), son fieles a la tradición del club de lectura. Le elección de un libro las lleva a retomar un tema que parecía ser olvidado hace tiempo atrás. Esta película la vimos miles de veces: cuatro mujeres que son muy amigas se juntan para leer, tomar el te, o simplemente charlar sobre siempre lo mismo: sexo. En el caso de Cuando ellas quieren la vuelta de rosca es que una comedia de la tercera edad, así que, en vez de ser cuatro mujeres jóvenes y esbeltas, son cuatro exponentes de la vejez hablando sobre aventuras sexuales mientras leen “50 sombras de Grey”. Con cuatro actrices que fueron la “crème de la crème” en su momento, las buenas performances están aseguradas pero los gags resultan obvios y redundantes. No llega a empalagar con su romanticismo y situaciones forzadas, pero no logra el efecto que debería tener.
Muchos monstruos vienen a verme Cuatro años luego que el Jurassic World fuera destruido por los dinosaurios, la Isla Nublar se encuentra abandonada por los humanos y reinan los gigantescos reptiles. El volcán de la isla comienza a tener actividad y Owen Grady (Chris Pratt) y Claire Dearing (Bryce Dallas Howard) organizan un equipo de rescate y regresan para salvar a los dinosaurios que aun quedan con vida. Del director Juan Antonio Bayona, realizador de Un monstruo viene a verme y Lo Imposible, este jueves estrenó Jurassic World 2: El reino caído. Siendo mucho más espectacular (siempre hablando sobre efectos y ese tipo de cosas y no yendo a lo argumental) que su hermana mayor, esta segunda parte es superior pero tampoco se distancia demasiado. El reinicio que vimos hace 3 años con Jurassic World continúa siendo muy parecida a esta secuela. Y eso sí, lo de crear dinosaurios super mega archi poderosos ya habría que ir dejándolo de lado, hay que buscar otro camino… Es muy notoria la mano de Bayona en la dirección, sobre todo en las sombras y el suspenso bien “Spilgberiano” de las películas de la saga. Estamos más cerca del terror que de la aventura. Pero a pesar de eso ya no se siente que exista mucho más jugo por sacar de esta saga… Se la siento algo extinta. Y algo más: hay que prestarle mucha atención a la pequeña Isabella Sermon. Hay allí un diamante en bruto en esa niña.
Hay equipo En la industria audiovisual siempre se ha dicho que segundas partes no son buenas, pero entonces qué hacemos cuando esa segunda entrega es ligeramente peor que la primera, porque no es peor ni es mejor, es simplemente menos graciosa. Ese es el extraño caso de Deadpool 2, una segunda parte que divierte y causa gracia, pero no tanto como su hermana mayor. Para aquellos que no me entendieron en mi laberinto de palabras se pueden quedar tranquilos: Deadpool 2 no es mala ni por asomo, pero se queda un paso atrás de la primera Deadpool. Tiene la misma fórmula de chistes, la misma violencia, pero se pone algo “chiclosa”, se pierde un poco en la insistencia por meter gags ochentosos y referencias culturales que aquí, en la Argentina, pasan desapercibidos. Pero todo vuelve a la normalidad con momentos gloriosos como la creación de X-Force o los créditos iniciales y finales. A pesar de eso, nuevamente con Ryan Reynolds al frente, una efectiva campaña de marketing de expansión viral, el carisma del personaje y un soundtrack ejemplar, se espera que nuevamente la recaudación explote por los aires.
El factor humano Sin juicio de valor, sin ideología política alguna, sin mostrar maltrato o penuria que pudiese suceder, así es como Manuel Abramovich nos trae su nueva película Soldado, la cual muestra exactamente lo que dice el título, la vida de un soldado ingresante del Ejército Argentino. Con algunos pasajes “graciosos” por no ser habituales a los civiles, el film logra mostrar con una sencillez de planos admirables (sobre todo primeros planos a la cara del soldado en sí) que la vida de este joven es tal y como se la muestra en imagen. Un detalle muy particular es que raramente vemos a aquellos que están dando las ordenes o alguna instrucción, siempre están fuera de plano y siendo una voz en off.