Will (Hayden Christensen) es un joven empresario que decide ir a pasar un fin de semana junto a su familia a su ciudad natal, para enseñarle a cazar a su hijo Danny (Ty Shelton). Durante la cacería, Will y Danny son testigos involuntarios de una pelea entre delincuentes, que por defensa propia termina involucrando a Will. Esto derivará en el secuestro de su hijo. A partir de ahí se desatará una desesperante persecución en la que Will trabajará junto a algunos aliados, como el jefe de policía del pueblo Howell (Bruce Willis), para recuperar sano y salvo a su hijo, pero realmente, ¿en quién puede confiar?
Una película que lamentablemente falla en casi toda su narrativa, tiene giros que se convierten en obvios, no genera suspenso y la mayoría de la historia transcurre en una persecución continua que no lleva a ningún lado y se termina volviendo repetitiva.
Las actuaciones no son particularmente destacables, realmente creo que ninguno de los actores logra crear un personaje con el que se genere una empatía ante la situación por la que están atravesando.
Tampoco podemos resaltar mucho la fotografía o la dirección, ya que tiene cosas muy poco destacables, apenas algunos planos de los paisajes del bosque en donde ocurren los hechos.
Este es un film que pasará desapercibido por las grandes audiencias, ya que es prácticamente más de lo mismo y no trae nada nuevo ni novedoso al género, cayendo en lugares comunes durante toda la historia, con personalidades que podrían haber dado un mejor trabajo actoral, pero que se quedan a mitad de camino. “En Defensa Propia” no llega a nada, ni suma dentro de la cartelera y más para esta temporada de grandes estrenos.