"El Latino Dream"
Después de su reciente estreno el pasado 11 de junio en Estados Unidos, y en sintonía con la reapertura de varios cines de Argentina, se estrena aquí la versión cinematográfica del musical "En el Barrio"
Por Denise Pieniazek
En el Barrio (In the Heights, 2021) resulta ser la transposición del musical creado por Lin-Manuel Miranda (compositor de la música y letra del mismo) en conjunto con la dramaturga Quiara Alegría Hudes, ambos descendientes de latinoamericanos, especialmente de Puerto Rico. La obra de teatro comenzó a realizarse en 1999 y fue estrenada comercialmente en el 2005, y en el 2008 pasó del circuito Off-Broadway a Broadway, ganando exitosamente cuatro premios Tony. Su creador, Miranda, estaba pensando en realizar la versión cinematográfica de In the Heights desde el 2008, por eso estuvo involucrado durante todo el proyecto de este largometraje, incluso representa un personaje (Piragüero). Asimismo, Hudes, que además de producir el filme, escribió el guión cinematográfico, quien mejor que la propia dramaturga para realizar la adaptación del teatro a la pantalla grande. Tanto el director de En el Barrio (In the Heights, 2021), Jon M. Chu, como Miranda son estadounidenses de primera generación, por lo tanto, tenían varios puntos en común para pensar juntos en la transposición, a través del desarraigo y la otredad que son dos de los temas principales del musical.
En el Barrio (In the Heights, 2021) narra principalmente la historia de cuatro jóvenes y su entorno, en el barrio latino (mayormente dominicano) de Washington Heights en Manhattan, Nueva York. Un dato interesante es que lo que aporta la versión cinematográfica, es la posibilidad de filmar en la locación real de Washington Heights. Miranda creció en este barrio e incluso continúa viviendo allí actualmente, por eso para las partituras utilizó diversos estilos, como Hip-hop, salsa, R&B y pop, para representar la diversidad de música que se oye cuando se transita por dicho vecindario.
La historia de En el Barrio (2021) es narrada a través del punto de vista de Usnavi (interpretado carismáticamente por Anthony Ramos, quien ya había trabajado con Miranda en su otro musical teatral Hamilton, y además tiene ascendencia puertorriqueña), un joven descendiente de dominicanos, por eso sueña con dejar su bodega del barrio y volver a República Dominicana. Usnavi es quien hace avanzar la acción conectando narrativamente a todos los personajes del barrio, unidos por distintos orígenes latinos buscando un sentido de pertenencia. Así conoceremos también la historia de Nina (Leslie Grace, quien es descendiente de dominicanos), Benny (Corey Hawkins) y Vanessa (interpretada por la mexicana Melissa Barrera). Resulta pertinente destacar el origen latino del elenco, para interpretar una historia sobre la inmigración, el desarraigo, el sentirse constantemente un extranjero, es decir un relato sobre la otredad y las minorías sociales. En esta especie de “cuento” -ya que posee estructuralmente con un prólogo y epílogo- contado por Usnavi hacia unos niños, les pide a los mismos que “griten Washington Heights para que no desaparezca”. Lo que parece un gesto menor, tiene un valor simbólico enorme, y es metaforizado en la película en el apagón que sufre el barrio durante tres días consecutivos. Pues sin electricidad, en medio de un calor agobiante, los habitantes de dicho barrio se vuelven “los olvidados” de Manhattan, invisibles en la oscuridad, son como la letra de la canción indica “powerless” (sin poder).
El largometraje posee varias modificaciones en detalles del argumento en sintonía con el contexto actual, pero manteniendo las críticas al American Dream. Miranda creció viendo musicales y películas debido a que su abuelo tenía un video club, quizás por ello en la obra de teatro podían observarse varias cuestiones que vinculaban a In the Heights con West Side Story (1957), y más precisamente en este año donde el género musical vuelve al cine, ya que próximamente se estrenará la segunda transposición de West Side Story dirigida por Steven Spielberg. La obra de teatro West Side Story -y su brillante versión cinematográfica de 1961- también estaban ambientadas en la parte superior de Manhattan, y narraban los problemas de integración en Norteamérica de los inmigrantes puertorriqueños, mediante una dramática y profunda crítica al American Dream de los ´50. Además, mediante una relación intertextual directa con Romeo y Julieta de Shakespeare, la acción giraba en torno al amor interracial prohibido, lo cual en cierta medida también estaba presente en la obra musical In the Heights a través de la pareja sentimental de Nina (latina) y Benny (ajeno a la comunidad latina). En la versión cinematografía de En el Barrio, este es uno de los elementos del argumento que han sido modificados, parece que en el presente actual un amor interracial ya no es un conflicto, incluso aquí la pareja es representada por la doble minoría social, una latina y un afroamericano.
Otra modificación a nivel argumental, que posiblemente tiene como objetivo destacar una problemática actual, es el motivo por el cual Nina ha dejado la universidad -y aquí “alerta spoiler” mediante-, es porque se sentía constantemente discriminada e incluso fue tratada como una delincuente (en la versión teatral era porque a Nina no le alcanzaba el dinero por trabajar tanto para pagar la universidad y, en consecuencia, al no tener tiempo para estudiar obtenía malas notas y perdía su beca). Por otro lado, de forma significativa se incluye la cuestión de la inmigración ilegal y la falta de documentación, y, en consecuencia, como esto repercute en el futuro de los jóvenes. Como resultado de dichas cuestiones, la mayoría de los jóvenes de la película están desmotivados, al mismo tiempo que fantasean con poder alcanzar sus objetivos, sus “sueñitos” y un futuro mejor que el de sus padres.
Por último, En el Barrio representa varias nacionalidades latinas, ya no se habla sólo de dominicanos y puertorriqueños, sino que también se incluyen a mexicanos, cubanos, chilenos y muchos más a través de la diversidad cultural de la secuencia musical “Carnaval Del Barrio” en donde se observan banderas de varias nacionalidades latinas. En dicho sentido hay que destacar el ritmo y gran trabajo coreográfico que poseen los cuadros musicales, ya sean íntimos o corales. La película alterna entre cuadros terrenales y otros grandilocuentes bien propios del género y de sus reminiscencias clásicas, como el del tema musical “96.000” filmado en la pileta de Highbridge Park, que remite a los apoteóticos cuadros cinematográficos de Esther Williams.
Para concluir, En el Barrio es un entretenido y emotivo esbozo de la clase trabajadora inmigrante latina y su esfuerzo por prosperar e integrarse en otra cultura totalmente distinta como es la norteamericana, ideal para los amantes de los musicales. Aunque si bien hay una crítica al American Dream, también está al servicio del mismo, incluyendo por ejemplo el happy-end, y dejando en duda si ¿los latinos se están haciendo espacio en Hollywood o si es una forma de la hegemonía de absorberlos?