La magia está en la historia.
El director Rob Marshall (el mismo de Chicago) ofrece En el bosque, la versión contemporánea de los cuentos de los hermanos Grimm basada en el musical de Broadway con música y letra de Stephen Sondheim y libreto de James Lapine. El material es una garantía de que la narración sorteará cualquier obstáculo, valiéndose de la fantasía, el espacio único en el que son posibles las historias y una mirada actual sobre los conflictos que la magia no puede diluir.La película tiene la virtud de mezclar de manera inteligente los personajes de Caperucita Roja (Lilla Crawford), Jack y las habichuelas mágicas (Daniel Huttlestone),Rapunzel (Mackenzie Mauzy) y La Cenicienta (Anna Kendrick), manteniendo el hilo a través de la pareja de panaderos (Emily Blunt y James Corden). Ellos deben obedecer las órdenes de la bruja (Meryl Streep) para desarmar el hechizo que les impide tener hijos.
La estética de la película reproduce los claroscuros de los cuentos. En busca de los objetos que necesita la bruja, la pareja se aventura en el bosque por donde también pasan y cambian su destino los demás personajes. Hay en el relato rasgos irreverentes que modifican el dibujo de los personajes originales. Caperucita vive hambrienta y es capaz de robar; Cenicienta huye del Príncipe a la medianoche por motivos que luego confiesa; Rapunzel es bastante apasionada, y Jack es un niño más despierto que los adultos. La segunda línea de personajes también es imprescindible e interesante. Johnny Depp es el Lobo; Christine Baranski, la Madrastra de Cenicienta; y los Príncipes (Chris Pine y Billy Magnussen) funcionan como estrellas del pop adolescente. Además, y sobre todo, En el bosque es un musical en el que los intérpretes se lucen. El bosque es el lugar de los cuentos y las canciones de Stephen Sondheim (afortunadamente, con subtítulos), mantienen el encantamiento.
Meryl Streep, nominada al Oscar como actriz de reparto, compone una bruja llena de matices y asume partituras complejas. En el rol de Jack, Daniel Huttlestone tiene la gracia y vivacidad que recuerda su actuación en Los Miserables, en el rol de Gavroche.
El musical tiene mucho humor e ironía en medio de escenas icónicas de los cuentos. Los trucos en el bosque se suceden, a tono con la idea que canta la panadera (estupenda Blunt) sobre los momentos vivibles. Pregunta por qué decir ‘o', decir ‘y', experimentando la libertad de corazón y pensamiento sólo en el bosque.La película es una fábula divertida sobre el alcance de los deseos, que a veces no coinciden con lo que más amamos. Aparecen muchos temas que desafían el final feliz del cuento clásico. Los panaderos desean ser padres. Tanto ellos como el resto de los personajes se mueven por deseo, con ímpetu más cercano al de las criaturas de Shakespeare, que a la conducta que les ha dado fama y perdurabilidad en la literatura infantil. "Entre la pesadilla de mi casa y el sueño hermoso del castillo, busco algo intermedio", dice Cenicienta. Rob Marshall aprovecha la fórmula de Sondheim cuando utiliza la fantasía con naturalidad, al servicio de una ternura retro.