Brillante vuelta de tuerca a “Moby Dick” de Melville
Más allá de que la última parte de su filmografía tiene que ver con las conspiraciones vaticanas de Dan Brown, con "En el corazón del mar" vuelve al tipo de cine que más le interesa y que más se disfruta.
La película es una atractiva vuelta de tuerca a "Moby Dick", con un viejo marino (Brendan Gleeson, brillante como siempre) contándole al futuro escritor Herman Melville (Ben Wishaw) la durísima crónica de su enfrentamiento con una gigantesca ballena blanca.
"En el corazón del mar" tiene un furioso climax en el hundimiento del Essex por la tremenda ballena, y tambien ofrece una crudísima historia de la crueldad del mar cuando cuenta los terribles esfuerzos para sobrevivir de los náufragos del buque, que entre otras cosas deben recurrir al canibalismo (esta parte del film trae ecos de la única novela de Edgar Allan Poe, "Narraciones de Arthur Gordon Pym", que por algún motivo nunca fue filmado).
Pero Howard tambien se ocupa de los detalles y sobre todo de las hipocresías e injusticias de la industria ballenera hacia 1820, cuando transcurre la acción, describiendo la necesidad de los magnates del negocio po ocultar lo que pasó con el Essex, debido a la lógica necesidad de no mostrar que tales riesgos pudieran llegar a existir.
Ron Howard logra una película que no se parece mucho al "Moby Dick" de John Huston; en realidad no se parece demasiado a nada salvo algunos pasajes de "Capitán de mar y guerra" de Peter Weir. "En el corazón del mar" es una película mucho más cruda y fuerte, y en particular las escenas de la caza de los balleneros a la ballena, y viceversa, tienen una fuerza que quita el aliento, no tanto por la parafernalia de efectos digitales utilizada sino por cómo sabe utilizarla el director, que la combina inteligentemente con soberbios efectos de sonido. El resultado es que las escenas más logradas tienen una contundencia única que casi convierte a este brillante film en un raro ejemplo de terror surgido de una historia real.
Tal vez los fans de "Moby Dick" esperen aquí una ballena tan malvada como la que describió Melville. Pero nadie podrá dudar que aquí algo que no falta es furia marina.