Ron Howard nos cuenta una dramática aventura marina, basada en hechos reales, que terminó inspirando uno de los clásicos más celebrados de la literatura. Los egos, la ambición humana, la perseverancia y el instinto de supervivencia se ponen a prueba en este grupo de hombres que lucha por volver a casa.
Arrancamos en 1850. Un joven (y bastante desesperado) Herman Melville visita al avejentado Thomas Nickerson (Brendan Gleeson), el último sobreviviente del trágico destino del ballenero Essex. El autor le ofrece todo lo que tiene para que le cuente su historia, un dramático relato que jamás ha compartido con nadie, ni siquiera con su esposa.
Así nos vamos hacía atrás en el tiempo, a 1820 donde una de las grandes compañías balleneras de Nantucket (Massachusetts) ha puesto a punto uno de sus mejores navíos para emprender una nueva travesía, la cual consiste en pasar varios meses en el mar en busca del preciado aceite de cetáceo.
Owen Chase (Chris Hemsworth) espera conseguir el merecido puesto de capitán, pero queda relegado a primer oficial bajo el mando de George Pollard (Benjamin Walker), un tipo con poca experiencia, pero proveniente de una de las mejores familias de la zona. La relación, obviamente, comienza con el pie izquierdo y se va a prolongar por un largo, largo tiempo.
Entre la tripulación se encuentran muchos de los fieles hombres de Chase, así también como el pequeño Nickerson (Tom Holland), un huérfano de 14 años dispuesto al trabajo duro y la aventura.
Los conflictos entre Pollard y Chase casi logran que el barco naufrague, pero ambos deciden dejar de lado sus diferencias y concentrarse en su misión: volver a puerto cargados con el valioso aceite. La caza de su primer espécimen levanta el espíritu de la tripulación, pero pronto ya no quedan animales a la vista en el Océano Atlántico.
Tras meses sin un cetáceo a la vista, el Essex rumbea hacia el Pacifico donde los marineros de la zona aseguran que existe un lugar aislado plagado de estos mamíferos. La leyenda resulta ser verdadera, pero también los dichos sobre una enorme ballena blanca vengativa que ataca a cualquier nave que se le atreva.
La ambición de Pollar y Chase se pone a prueba cuando se encuentran con esta bestia marina que embiste y destruye el barco dejando a la mayoría de sus hombres a la deriva y lejos del resguardo de la costa.
Acá en donde empieza la verdadera odisea para estos hombres curtidos que deberán buscar los medios para sobrevivir en mar abierto, sin agua ni comida. La desesperación los llevará a tomar medidas extremas y espantosas, cosas que guardarán en sus almas y que los atormentarán por el resto de sus vidas.
Ron Howard muestra su enorme maestría detrás de las cámaras –y su habilidad para cargarse cualquier género al hombro- y nos cuenta una historia terrible, un poco diluida, como si fuera ese relato “más romántico” recreado por Herman Melville. Las escenas acuáticas son impresionantes, al igual que los naufragios, las embestidas y la cacería de los animales, pero al desaturar los colores, todo parece menos violento y “realista”, algo que se agradece (la matanza de la ballena no es para estómagos blanditos) y que le otorga un estilo visual único.
El problema pasa por la construcción de los personajes y, más que nada por sus actuaciones. No hay nada que nos conmueva y nos obligue a empatizar con ellos, lo que termina siendo el error más grande de la película.
El guionista Charles Leavitt toma como punto de partida la novela histórica “In the Heart of the Sea: The Tragedy of the Whaleship Essex” (2000), escrita por Nathaniel Philbrick, y eso es lo que parece, un recuento de acontecimientos que no envuelve ningún tipo de emoción humana. La culpa es de Hemsworth y Walker, responsables de llevar adelante la historia que no logra atraparnos. Tampoco trasmitir ese sentimiento de “concientización ambiental” o amor hacia los animales (o la naturaleza vengativa, imparable e impredecible, en todo caso), que se queda por el camino como gran parte de la trama.
“En el Corazón del Mar (In the Heart of the Sea, 2015) no deja de ser una aventura muy bien filmada. Un poco larga tal vez y carente de emoción, pero se ajusta bastante bien al drama histórico y biográfico.
Dirección: Ron Howard
Guión: Charles Leavitt
Elenco: Chris Hemsworth, Benjamin Walker, Cillian Murphy, Tom Holland, Ben Whishaw, Brendan Gleeson, Michelle Fairley.